Crónica:FUTBOL | Semifinales de la Copa de la UEFA

La cantera es la mejor arma del Sevilla

Puerta desatasca un partido complicado con un gran gol en la prórroga y lleva al club andaluz a su primera final europea

El Sevilla quería alcanzar la final de la Copa de la UEFA. Algo que nunca había logrado en 101 años de fútbol. La historia se le escapaba de las manos a causa de su más reciente enfermedad: su negación ante el gol. Pero para eso está la familia, para eso están los de casa, para engrandecerle a uno. Un canterano, Puerta llevó al Sevilla hasta la final de la Copa de la UEFA en Eindhoven el 10 de mayo.

El Sevilla salió con una cabeza distinta a la que se puso en Gelserkinchen. Bien fuera sobre las flechas del cuaderno de Juande Ramos o sobre las voces de los aficionados, el conjunto andalu...

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El Sevilla quería alcanzar la final de la Copa de la UEFA. Algo que nunca había logrado en 101 años de fútbol. La historia se le escapaba de las manos a causa de su más reciente enfermedad: su negación ante el gol. Pero para eso está la familia, para eso están los de casa, para engrandecerle a uno. Un canterano, Puerta llevó al Sevilla hasta la final de la Copa de la UEFA en Eindhoven el 10 de mayo.

El Sevilla salió con una cabeza distinta a la que se puso en Gelserkinchen. Bien fuera sobre las flechas del cuaderno de Juande Ramos o sobre las voces de los aficionados, el conjunto andaluz chutó por primera vez a gol a los 20 segundos. Pero este juego se puede practicar de muchas maneras y con diversas personalidades. Y los alemanes fueron terriblemente alemanes. En el minuto dos, Luis Fabiano recibió de Navas un buen balón al hueco, controló y pegó demasiado cruzado. Lo máximo que hicieron los jugadores del Schalke fue enarcar una ceja. Mientras a los sevillistas aún les duraba el subidón de la apoteósica recepción de sus seguidores, el conjunto alemán se fue haciendo con el terreno de juego.

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Pero Kuranyi le quitó el tembleque a la defensa de circunstancias del Sevilla. Después de la salida de Alfaro, Javi Navarro es el dueño de la tiza con la que se marca la frontera al contrario. Navarro no estaba ayer y Ocio intentó vestirse de capataz pero sólo le salió regular. Pero Kuranyi no parecía por la labor de molestar mucho y caía una y otra vez en fuera de juego. Asamoah comenzó por la izquierda pero eso no el sirvió a David para vivir más tranquilo.

El Sevilla fue bajando el pistón poco a poco. Más por el temple de sus contrincantes que por que éstos le hubieran puesto en apuro alguno. El Schalke ocupaba los espacios con un criterio y una disciplina que impedía que los sevillistas hilvanaran el juego más allá de la línea de tres cuartos. Saviola estuvo tan efervescente como de costumbre, pero o tenía que ir a buscar la pelota muy atrás para sus características o no se aclaraba con Luis Fabiano. Un jugador que a veces juega al fútbol espléndidamente, pero que no lo piensa jamás. Cuando el peligro parece que va a ir por un lado, él se va al otro. No fue ni una ni dos veces las que Maresca se tuvo que frenar y licuar así su intentona de ataque porque el brasileño parecía pasar olímpicamente de desmarcarse. Esperaba ver salir el pase de la bota de su compañero antes de ponerse a correr. Aún así, en el minuto 23 estuvo a punto de alcanzar un pase vertical y bombeado de Martí sobre el área de Rost. La mejor ocasión sevillista en toda la primera mitad la tuvo Adriano que cruzó demasiado su tiro tras un hábil robo de Alves en el centro del campo y un buenísimo pase de Saviola.

La segunda mitad comenzó igual que la anterior: arreón descocado del Sevilla y cara de palo de los alemanes. A los pocos minutos. Navas se coló hasta el pico del área y metió un pase que habría acabado en gol si alguno de sus compañeros hubiese estado más atento. De nuevo la estrategia del Schalke, con los centrocampistas de turno presionando en las bandas logró anular gran parte de las opciones ofensivas sevillistas, que pasan por las bandas. Juande Ramos no supo qué hacer ante algo que ya le habían hecho. Adriano y Navas estaban clavados en la línea de medio campo y así no había quien le llevara la pelota a los delanteros.

La única parte del fútbol que comparten ambos conjuntos es que les cuesta un mundo meter un gol. El único tiro entre los tres palos del Schalke lo realizó Asamoah en el minuto 61, centrado y flojote. En el Sevilla tan sólo Saviola forzó la intervención de Rost. Por momentos pareció que podrían estar jugando hasta desplomarse antes de que uno otro u marcara. Pero tenían que seguir hasta que uno lo lograra y tuvieron que jugar media hora de prórroga.

Con Larsen casi recién salido y Sand, el Schalke ganó centímetros y velocidad. El Sevilla no tenía nada nuevo que ofrecer. Mientras el entrenador del conjunto germano apostaba por los delanteros, el sevillista quitó a Luis Fabiano. Los alemanes parecían aguantar mejor los dolores del ácido láctico. La disciplina posicional suele ser un buen apoyo cuando ya faltan las fuerzas y hasta las ganas de correr. El Sevilla quería clasificarse para la primera final europea de su historia y lo consiguió un representante de lo mejor que ha aportado al fútbol en su siglo dedicado a este juego: los futbolistas que ha parido. Puerta, otro zurdo con maneras de buen pelotero salido de las categorías inferiores chutó con toda el alma y muchísima clase el único pase en condiciones que le llegó por su banda. Y 101 años de fútbol llegaron a lo más alto que nunca habían estado.

Puerta celebra el gol abrazado por un compañero.EFE

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