Reportaje:Fútbol | 34ª jornada de Liga

Viera no olvida

El portero del Villarreal, que falló ante la Real Sociedad, guarda en la memoria el rechazo del Arsenal, que le aconsejó dejar el fútbol

"No pasé la prueba médica en el Arsenal. Decían que yo no podía jugar más al fútbol. Sabía lo que tenía el día que me la hicieron. Tengo un problema congénito en la cadera. Lo arrastro toda la vida. Pero llevo 20 años tirándome al suelo y nunca tuve una molestia. Menuda tontería", responde Sebastián Viera (Florida, Uruguay; 1983) cuando se le pregunta por el rechazo que sufrió en el club inglés justamente antes de fichar, en noviembre pasado, por el Villarreal. Ironías del destino: su pasado frustrado y su presente coinciden mañana, en El Madrigal, por un puesto en la final de la Liga de Campe...

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"No pasé la prueba médica en el Arsenal. Decían que yo no podía jugar más al fútbol. Sabía lo que tenía el día que me la hicieron. Tengo un problema congénito en la cadera. Lo arrastro toda la vida. Pero llevo 20 años tirándome al suelo y nunca tuve una molestia. Menuda tontería", responde Sebastián Viera (Florida, Uruguay; 1983) cuando se le pregunta por el rechazo que sufrió en el club inglés justamente antes de fichar, en noviembre pasado, por el Villarreal. Ironías del destino: su pasado frustrado y su presente coinciden mañana, en El Madrigal, por un puesto en la final de la Liga de Campeones, el día 17 en París, con la ventaja inicial del cuadro londinense (1-0). No obstante, su titularidad no está asegurada después de su cantada del sábado ante la Real Sociedad. Intentó poner el pecho en vez de las manos en la trayectoria de un tiro de Mikel Alonso y no logró desviar el balón: gol.

El diagnóstico de los doctores del Arsenal sembró las dudas sobre su futuro y su carrera, por la cual temió. "Sí. Después de seis horas de un exigente examen médico, me detectaron eso. Por suerte, estoy demostrando con hechos que puedo jugar al fútbol como siempre lo hice". ¿Sabía lo que era el Villarreal? "Más o menos, tenía una idea por cómo me hablaba Forlán [también uruguayo]. Sabía que era un club muy bueno". La llegada de Viera, una vez iniciado el campeonato, se produjo tras la inquietud que sembraba en el club la inexperiencia de Barbosa, portero argentino de 21 años, fichado del Banfield para suplir la marcha de Reina al Liverpool. Barbosa jugó los dos partidos de la previa de la Champions ante el Everton y el primero de la Liga ante Osasuna en el Reino de Navarra. Alternó paradas de mérito con errores de bulto, lo que llevó a los dirigentes a fichar al arquero del Nacional de Montevideo e internacional por Uruguay.

Reina dejó un poso muy agradable en El Madrigal y las urgencias no permitieron tener paciencia con Barbosa. "Barbosa es un excelente arquero. Reina, también", dice Viera. El uruguayo se hizo con la titularidad nada más aterrizar. Pero las expectativas que levantó quedaron en entredicho por unas primeras actuaciones no del todo afortunadas y las consiguientes críticas de la prensa castellonense y de parte de la grada. "No escucho ni leo la prensa porque un día lo haces mejor y otro peor. Así que no ponen balanza. No sé si esperaban que fuera Superman. Puedo tener errores como cualquier otro. Soy humano. Puedo mejorar y también me puedo equivocar", se defiende Viera, molesto; "tengo el apoyo de mis compañeros y del cuerpo técnico. Cuando salgo a la cancha, me siento con mucha confianza. En la grada un día estará usted y otro día otro. Si cometo un error, me silbarán. Si hago una atajada, me aplaudirán".

En ocasiones choca en Europa el estilo de la mayoría de los porteros suramericanos, que, en primera instancia, intentan asegurar el despeje concediendo en ocasiones el rechace y la segunda jugada al rival, en vez de blocar y quedarse con el esférico, como en el error ante la Real.

"Todo parte de una escuela de enseñanza. Acá notamos más el cambio cuando venimos. En Suramérica las canchas son más lentas, las pelotas son más lentas y se nos hace más fácil a nosotros. Venimos acá y tratamos de asegurar un poco la pelota. De todos modos, yo veo todos los partidos y todos los arqueros dan rebote, sean suramericanos o europeos", manifiesta Viera, que admite que es más complicado ejercer en Europa: "Todo es más rápido y hay mejores jugadores".

Uno de ellos es, sin duda, Henry, el delantero al que mañana tendrá que ver de cerca. "Henry es un jugador excelente, muy completo. Ante él, hay que tener mucho cuidado y estar concentrado los 90 minutos".

A Viera le ilusiona tremendamente estar en París el 17 de mayo. "Daría todo. Sería el partido más importante de mi carrera, junto a la eliminatoria para el Mundial de Alemania que jugué con mi selección. Jugar una final de la Liga de Campeones sería un sueño y algo que nunca voy a olvidar", afirma Viera como dando por hecho el pase a la final. Para ello tendrán que vencer mañana por más de un gol al que pudo ser su equipo y no lo fue. Sería una dulce venganza contra el club que le aconsejó que dejase el fútbol. "No le guardo rencor. Lo único que tengo es memoria", concluye.

Viera se dispone a sacar de puerta.ASSOCIATED PRESS

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