Crónica:

El Celta se acerca a Europa con una goleada al Zaragoza

No abundan los precedentes de novatos en Primera que se clasifican para la Copa de la UEFA. Desde ahora, el Celta lo tiene en la palma de la mano, después de deshacerse de un Zaragoza burocratizado, al que le sobra el tramo final de Liga. Sin levantar grandes pasiones hasta ayer, a la sombra de las hazañas del Celta de Irureta y Víctor Fernández, éste de Fernando Vázquez batió anoche su récord de victorias en la categoría, logró su primera goleada del curso y ni la Liga de Campeones parece un objetivo descabellado. El calendario jugó a su favor, con un Zaragoza pachanguero. Al Celta nadie le h...

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No abundan los precedentes de novatos en Primera que se clasifican para la Copa de la UEFA. Desde ahora, el Celta lo tiene en la palma de la mano, después de deshacerse de un Zaragoza burocratizado, al que le sobra el tramo final de Liga. Sin levantar grandes pasiones hasta ayer, a la sombra de las hazañas del Celta de Irureta y Víctor Fernández, éste de Fernando Vázquez batió anoche su récord de victorias en la categoría, logró su primera goleada del curso y ni la Liga de Campeones parece un objetivo descabellado. El calendario jugó a su favor, con un Zaragoza pachanguero. Al Celta nadie le ha remontado un partido en toda la temporada; el grupo de Víctor Muñoz no iba a ser una excepción: cayó aplastado por la inédita eficacia goleadora de los de Vigo.

CELTA 4 ZARAGOZA 0

Celta: Pinto; Ángel, Contreras, Lequi, Placente; Oubiña, Iriney; Jorge (Núñez, m. 64), Silva, Canobbio (De Ridder, m. 81); y Baiano (Perera, m. 75).

Zaragoza: César; Ponzio, Álvaro, Capi (Aranzábal, m. 70), Toledo; Óscar (Sergio García, m. 9), Zapater (Celades, m. 69), Generelo, Savio; Ewerthon y Milito.

Goles: 1-0. M. 30. Contraataque que conduce Oubiña, mete el balón en profundidad a Baiano que falla ante César y Canobbio aprovecha el rechace. 2-0. M. 46. Baiano toca de cabeza el despeje en una salida de César y Silva mete el balón al área para que Jorge anote con la pierna izquierda. 3-0. M. 79. Perera cabecea un córner. 4-0. M. 80. Canobbio resuelve solo frente a César.

Árbitro: Rodríguez Santiago. Amonestó a César y Capi.

Unos 15.000 espectadores en Balaídos.

Tres de los goles fueron cosa de los centrocampistas. Con el número 18 del Celta juega un tipo que lleva grabado el nombre de Baiano, corre como Baiano y se parece físicamente a Baiano, pero más de uno en Balaídos sospecha que no se trata de Baiano. Al menos no tiene nada que ver con aquel delantero que a principio del curso alojaba en la red todo lo que le llegaba. Le ha costado al Celta acostumbrarse a vivir sin los goles del brasileño. Lo consigue gracias a la eficacia de los centrocampistas, en acciones tan ilustrativas como la que puso a los de Vigo por delante: solo ante César, falló Baiano el mano a mano, pero allí estaba Canobbio para arreglar las cosas. Repitió Canobbio y anotó Jorge Larena, pero hubo tiempo para el gol de Perera, cuya eficacia es inversamente proporcional a la de Baiano.

Es cierto que tampoco le favorece al brasileño la acumulación de media puntas que practica su equipo, que le tiene desorientado. Así plantado, le faltó al Celta continuidad, como es costumbre. Va y viene de los partidos, que cuece a fuego lento. Las bandas, para Ángel y Placente, apenas las explota, pero como acumula calidad siempre surgen chispazos con los que rentabilizar su proverbial seriedad defensiva. Organizado alrededor de Borja Oubiña, el Celta fue administrando sus oportunidades, para desmelenarse en el tramo final con una goleada que permitió que, por primera vez en toda la temporada, se escuchara la Rianxeira, vibraran las gradas y volviese el dulce sabor a fútbol de aquellas temporadas anteriores al inesperado descenso.

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