Tablas con sabor a nada entre el Mallorca y el Alavés

Partido táctico y especulativo entre dos aspirantes a mantener la categoría que, tras el empate final, continuarán siendo, a su pesar, dos firmes candidatos al descenso. El Mallorca buscó la victoria tímidamente al comienzo y con insistencia al final, pero el Alavés acumuló hombres atrás y se confió a la labor destructiva de sus dos pivotes, Astudillo y Juanito, para arrancar un punto de su visita a Son Moix.

En la primera mitad, los baleares sólo inquietaron la portería de un inseguro Costanzo cuando los laterales se incorporaban al ataque, creando superioridad numérica. La otra opción...

Partido táctico y especulativo entre dos aspirantes a mantener la categoría que, tras el empate final, continuarán siendo, a su pesar, dos firmes candidatos al descenso. El Mallorca buscó la victoria tímidamente al comienzo y con insistencia al final, pero el Alavés acumuló hombres atrás y se confió a la labor destructiva de sus dos pivotes, Astudillo y Juanito, para arrancar un punto de su visita a Son Moix.

En la primera mitad, los baleares sólo inquietaron la portería de un inseguro Costanzo cuando los laterales se incorporaban al ataque, creando superioridad numérica. La otra opción, la de correr detrás del pelotazo, se demostró inútil. Una situación inmejorable para el Alavés, acostumbrado a buscar la velocidad de sus extremos y dispuesto a aprovechar el mínimo despiste del rival. Así fue como los vitorianos se anotaron la mejor oportunidad del primer tiempo, un mano a mano entre Bodipo y Prats que el portero mallorquín resolvió con una salida a tiempo.

El mismo esquema se reprodujo durante la segunda parte. Comandado al alimón por Mario Luna y Dimitri Piterman, el Alavés no varió un ápice su planteamiento, se mantuvo plantado atrás y continuó lanzando contragolpes tan rápidos como mal finalizados. El Mallorca salió, esta vez sí, a por los tres puntos. Arango puso más empeño y verticalidad en sus acercamientos y el técnico Gregorio Manzano introdujo relevos en la línea atacante que embotellaron al Alavés en su campo. Pereyra, que cabeceó un balón al larguero, Víctor y Okubo tuvieron opciones claras para abrir el marcador, pero nadie logró finalmente descorchar la botella.

La afición balear, que se quedó con la miel en los labios, recibió la igualada como si de una derrota se tratase: ante un Alavés poco ambicioso, el Mallorca desperdició la posibilidad de dar un golpe de efecto a la cola de la Liga.