Análisis:A LA PARRILLA

Malnacidos

Todavía no me he repuesto de la frase que apareció sobreimpresionada en pantalla durante la emisión del Gente (TVE-1) del lunes: "María José Campanario da la campanada". ¿Lo pillan? Incluso como pie de vídeo de una noticia sobre la clásica picaresca con gestor de por medio se puede recurrir al guiño facilón: Campanario, campanada. Gobierne quien gobierne, Gente sigue siendo una fuente incesante de estupefacción. España es el país de Santiago Calatrava, Pedro Duque y la Alianza de Civilizaciones, vale, pero Gente nos recuerda que también es la patria de asesinatos, malos tr...

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Todavía no me he repuesto de la frase que apareció sobreimpresionada en pantalla durante la emisión del Gente (TVE-1) del lunes: "María José Campanario da la campanada". ¿Lo pillan? Incluso como pie de vídeo de una noticia sobre la clásica picaresca con gestor de por medio se puede recurrir al guiño facilón: Campanario, campanada. Gobierne quien gobierne, Gente sigue siendo una fuente incesante de estupefacción. España es el país de Santiago Calatrava, Pedro Duque y la Alianza de Civilizaciones, vale, pero Gente nos recuerda que también es la patria de asesinatos, malos tratos, halitosis carajillera, chanchullos, lameculismo cortesano y cotilleos pringosos. El martes reprodujeron estas declaraciones del ex alcalde de Marbella Julián Muñoz: "El que haya dicho eso es un malnacido y yo le digo que se vaya a mamarla". Dado que tan amables palabras se emitían en horario infantil, mi hija me preguntó: "Papá, ¿qué significa mamarla?". Y ya me ven ustedes desarrollando la esgrima del nada por aquí, nada por allá, toreando la respuesta con esa habilidad que sólo se consigue tras muchas horas de escuchar a nuestros políticos.

Para compensar el verbo de Muñoz, minutos antes habíamos visto un reportaje en España directo (TVE-1) sobre el Camino de Santiago. Hay un reportero que está haciendo el Camino corriendo como si huyera de los lagartos de V (Cuatro). De vez en cuando, para transmitir al espectador la magnitud de su proeza, dice: "Llevo los gemelos muy cargados". Si no puede más, el cámara se apea de la moto y le da ánimos con ese optimismo tan extendido en un país que disfruta animando el esfuerzo ajeno. Lo del Camino ya no es lo que era. Los peregrinos se quejan de que algunos supuestos devotos hacen trampas y utilizan coches de apoyo. Eso ha convertido algo tan respetable e introspectivo como una peregrinación espiritual en una mezcla de romería y Vuelta Ciclista a España. Aquí ya no sirve la máxima machadiana de "se hace camino al andar". Algunos lo hacen en coche. ¿Serán malnacidos?

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