Las cooperativas también aumentan sus redes de oficinas por toda España

Las cajas rurales han sido como las hermanas pequeñas del sector financiero. No se les prestaba mucha atención porque tenían una escasa red de oficinas y poca fuerza comercial. Sin embargo, demostraron tener capacidad de adaptación al terreno cuando crearon el Banco Cooperativo en el que unificaron su tecnología y algunos negocios, como el asegurador, para ahorrar costes.

En este sector, el caso más llamativo ha sido el de Cajamar, la antigua Caja Rural de Almería. En tan sólo unos años se ha convertido en un gigante con 755 oficinas y un volumen de negocio de casi 25.000 millones de eu...

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Las cajas rurales han sido como las hermanas pequeñas del sector financiero. No se les prestaba mucha atención porque tenían una escasa red de oficinas y poca fuerza comercial. Sin embargo, demostraron tener capacidad de adaptación al terreno cuando crearon el Banco Cooperativo en el que unificaron su tecnología y algunos negocios, como el asegurador, para ahorrar costes.

En este sector, el caso más llamativo ha sido el de Cajamar, la antigua Caja Rural de Almería. En tan sólo unos años se ha convertido en un gigante con 755 oficinas y un volumen de negocio de casi 25.000 millones de euros. Juan del Águila fundó la primera oficina de la entidad almeriense y siguió al frente de la caja hasta el mes pasado. La clave, según Águila, fue "el inconformismo que tuvimos desde el principio. Carecíamos de las ataduras de la banca tradicional y diseñamos una entidad diferente". En 1980 tenían 82 oficinas en Almería y 50 en Málaga. En 1999 contaba con 518 sucursales y 2005 lo cerró con 755. Para este año tienen previsto abrir unas 25 más "para convertir a Cajamar en una entidad de ámbito nacional", según el fundador. Al cierre de 2009 esperan superar las 855 oficinas. Águila reconoce que su singularidad le ha hecho que "el supervisor tenga más cuidado y nos presta más atención". No obstante, desde la entidad se afirma que la fuerte expansión no ha mermado sus ratios, como el de eficiencia, "que es mejor que el de la media de las cajas de ahorros", dice Águila.

En este sentido, Alfonso García Mora, socio de Analistas Financieros Internacionales, comenta que "las cajas que se han expandido han ganado cuota de mercado a cambio de perder margen, porque han abierto oficinas fuera de su territorio local, donde la capacidad que tienen para fijar precio es menor, aunque no ha sido igual en todos los casos".

La otra gran entidad cooperativa es Caja Laboral Popular, del grupo Mondragón. Al final de 2004 tenía 340 sucursales y en 2008 espera disponer de 405. La estrategia expansiva ha sido "acudir a Comunidades limítrofes a la zona tradicional, es decir, País Vasco y Navarra, por lo que ahora estamos en Rioja, Castilla y León, Aragón, Cantabria y Asturias". La única excepción es Madrid (con 6 oficinas) por la fuerza económica que tiene. Fuentes de la entidad comentan que "la mejora de cuota de mercado no es un objetivo de nuestra expansión, sino la mantener el liderazgo en ratio de eficiencia".