Cara y cruz para Rijkaard y Koeman

Frank Rijkaard salió exultante del duelo con su compatriota y ex compañero en la selección Ronald Koeman. La resolución de la eliminatoria contentó al entrenador del Barcelona, que elogió a sus jugadores por la concentración de que hicieron gala y porque consiguieron su objetivo: clasificarse para las semifinales. En los dos primeros años como entrenador azulgrana, el balance europeo de Rijkaard no resultó satisfactorio precisamente: el Barcelona fue eliminado por el Chelsea el año pasado en los octavos de final de la Liga de Campeones, y el anterior, en la Copa de la UEFA, cayó en la misma ro...

Frank Rijkaard salió exultante del duelo con su compatriota y ex compañero en la selección Ronald Koeman. La resolución de la eliminatoria contentó al entrenador del Barcelona, que elogió a sus jugadores por la concentración de que hicieron gala y porque consiguieron su objetivo: clasificarse para las semifinales. En los dos primeros años como entrenador azulgrana, el balance europeo de Rijkaard no resultó satisfactorio precisamente: el Barcelona fue eliminado por el Chelsea el año pasado en los octavos de final de la Liga de Campeones, y el anterior, en la Copa de la UEFA, cayó en la misma ronda ante el Celtic de Glasgow. Koeman puso reparos a la actuación de los árbitros en el global de la eliminatoria, pero subrayó que eso no le impide considerar justa la clasificación del Barça.

"Sabíamos desde antes del partido que debíamos mantener la concentración y la mentalidad para cumplir el trabajo y el objetivo", explicó Rijkaard. "En el primer tiempo hemos jugado a un nivel notable y hemos marcado la diferencia con el primer gol. Era normal que hubiera momentos de tensión porque es inevitable en partidos de este nivel". Daba la sensación de que tenía muy frescas las imágenes de lo que le sucedió al Liverpool ante el Benfica, que consiguió ganar por 0-2 en Anfield Road.

"Era un partido importante y queríamos jugar bien, pero no hay que olvidar que, en este nivel, en todos los partidos uno marca y se va atrás a defender el resultado. Nosotros no deseábamos hacerlo, pero jugábamos contra el Benfica, un equipo con fama de jugar muy bien fuera de casa. Podían crear peligro y lo han hecho en dos ocasiones, que afortunadamente se han quedado en eso. Había tensión, pero era normal. En conjunto pienso que hemos merecido ganar". Se refirió el entrenador azulgrana a la sequía goleadora de su equipo -llevaba un gol de penalti en los últimos tres partidos-, que, según dijo, concluyó el mejor día, cuando más lo necesitaba. Elogió Rijkaard a Iniesta, del que dijo que supo leer perfectamente el tipo de juego que precisaba el equipo, y admitió que ya esperaba ciertas carencias en un centro del campo con tantas ausencias notables como las que él mismo puntualizó: Xavi, Edmilson, Motta y Márquez.

Koeman efectuó un balance de la eliminatoria contra su antiguo club en el que separó claramente conceptos y evitó justificar la eliminación de su equipo por lo que consideró un injusto trato arbitral. Por una parte, se lamentó por la diferencia de ese criterio arbitral a la hora de juzgar dos acciones muy similares: las manos de Motta dentro del área en Da Luz, que no fueron sancionadas, y el penalti señalado nada más empezar el encuentro del Camp Nou por manos de Petit. Sin embargo, no escatimó elogios al juego del Barcelona ni desmereció su clasificación para las semifinales. "Es increíble cómo dos árbitros pueden ver de forma diferente dos jugadas tan parecidas como las de las manos de Motta en Da Luz y las de Petit en el Camp Nou. Ha habido cierta influencia de los árbitros. Si ya es complicado jugar contra el Barça, más cuando tienes los árbitros en contra. El Barcelona es un gran equipo y lo ha demostrado en los dos partidos. Ha habido momentos en los que les pudimos hacer más daño, pero en general ha sido superior", concluyó Koeman.