Fútbol | 25ª jornada de Liga

Manzano rearma a su equipo

El Mallorca que ayer plantó cara al Madrid es un equipo irreconocible por varios motivos. Por ejemplo, en la firmeza defensiva y en la distribución del juego. El cambio operado por Gregorio Manzano, sustituto del dimisionario Héctor Cúper, en el conjunto balear se basa en una receta tan simple como eficaz, que ha hecho efecto en cuestión de diez días: una dosis extra de confianza y autoestima a un plantel muy necesitado de ambas cosas.

El equipo, que era un buque a la deriva durante las últimas semanas de Cúper, se ha lavado la cara y está sacando provecho de sus refuerzos invernales, h...

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El Mallorca que ayer plantó cara al Madrid es un equipo irreconocible por varios motivos. Por ejemplo, en la firmeza defensiva y en la distribución del juego. El cambio operado por Gregorio Manzano, sustituto del dimisionario Héctor Cúper, en el conjunto balear se basa en una receta tan simple como eficaz, que ha hecho efecto en cuestión de diez días: una dosis extra de confianza y autoestima a un plantel muy necesitado de ambas cosas.

El equipo, que era un buque a la deriva durante las últimas semanas de Cúper, se ha lavado la cara y está sacando provecho de sus refuerzos invernales, herencia postrera del técnico argentino. En esta reacción, la aportación del centrocampista griego Angelos Basinas está resultando decisiva. Procedente del Panatinaikhos e internacional fijo con la selección de Grecia que ganó la Eurocopa, Basinas ha dotado al equipo de un criterio de juego del que ha carecido durante toda la temporada. De la noche a la mañana, el Mallorca ha abandonado la que fue su única arma atacante, el pelotazo hacia arriba, y ha pasado a jugar la pelota rasa y veloz hacia las bandas y el interior, donde Tuni, Arango y Pisculichi se mueven como peces en el agua. Éste último ha sido la otra gran sorpresa llegada al equipo balear durante el mercado de invierno. Fichado a Argentinos Juniors, Piscu ha traído al Mallorca dinamismo y goles. Ya lleva tres desde su incorporación -ayer marcó de penalti- y se ha revelado como el complemento ideal de Arango. Con estas armas, y con Samuel Eto'o observándolo todo desde el palco, el Mallorca asfixió a un Madrid ramplón que buscó sin tino la velocidad de Ronaldo. El brasileño, discutido y venerado a partes iguales, comenzó muy activo, con dos serios avisos en los primeros diez minutos, pero pronto quedó desasistido y aislado. Sólo apareció poco antes de la media parte, cuando tuvo el gol en sus botas y no supo resolver un mano a mano frente a Prats.

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