Reportaje:

Campeón a la vista

El Barça se destaca en cabeza tras el pinchazo del Valencia con el Getafe (1-1) y el patinazo del Madrid en Mallorca (2-1)

De una jornada que parecía propicia para sus rivales resulta que el Barça sacó petróleo. Con su laboriosa victoria en La Romareda, el equipo azulgrana dio un brinco considerable hacia el título, máxime tras pinchar ayer sus dos perseguidores. El Valencia, que ya está a ocho puntos del líder, se estrelló en Mestalla con el Getafe (1-1). Al Madrid, que viaja a diez puntos de los barcelonistas, aún le fue peor: cayó 2-1 ante el Mallorca, que recibió al grupo de López Caro en los puestos del descenso. El conjunto de Quique fue tan rácano que ni siquiera pudo con un rival que jugó sin delanteros. Y...

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De una jornada que parecía propicia para sus rivales resulta que el Barça sacó petróleo. Con su laboriosa victoria en La Romareda, el equipo azulgrana dio un brinco considerable hacia el título, máxime tras pinchar ayer sus dos perseguidores. El Valencia, que ya está a ocho puntos del líder, se estrelló en Mestalla con el Getafe (1-1). Al Madrid, que viaja a diez puntos de los barcelonistas, aún le fue peor: cayó 2-1 ante el Mallorca, que recibió al grupo de López Caro en los puestos del descenso. El conjunto de Quique fue tan rácano que ni siquiera pudo con un rival que jugó sin delanteros. Y no perdió porque Güiza, en el último suspiro, se hizo un nudo ante Cañizares.

El Madrid, que en los últimos diez días puede haber tirado toda la temporada, fue desnudado por un rival que tenía el agua al cuello. Ni siquiera supo manejarse con ventaja en el marcador. Pisculichi y Arango remontaron el tanto de Sergio Ramos, ayer compañero de zaga de Raúl Bravo. Una pareja de centrales inédita, pero a López Caro le dio un ataque de originalidad y, ausente Woodgate, dejó plantados a Mejía y Helguera. Pavón, relegado en su casa, ya ni va de excursión. En cualquier caso, con experimentos o sin ellos, el Madrid fue un equipo ramplón, con un aire funcionarial en todas sus líneas. Un lujo para un equipo que no ha hecho los deberes en ninguna competición y que, salvo un repunte extraordinario en Londres, está a punto de cerrar otro curso en blanco. Y van tres.

El fútbol es cíclico y hoy pinta de azulgrana. Recuperados sus mejores jugadores, el Barça ha remontado el vuelo en una semana muy exigente, con paradas en dos escenarios de malos recuerdos para Rijkaard y sus futbolistas. Pero este equipo también es aplicado y toma nota de sus derrotas. En Londres y Zaragoza se mantuvo en alerta hasta que llegó su momento. En Stamford Bridge, Del Horno metió la pata y el Barça tocó la corneta. En La Romareda, el penoso incidente racista agitó de inmediato un pulso muy igualado hasta entonces. El Barça salió vencedor y Eto'o, protagonista de la jornada a su pesar, también. Ya era hora de que alguien se rebelara contra esa infamia que se ha propagado por tantos y tantos campos españoles. Y nadie mejor que el balón de oro africano para gritar ¡basta!

Gravesen agarra a Arango en un ataque del Mallorca.ASSOCIATED PRESS

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