Reportaje:Juegos Olímpicos de Invierno

Adiós a la gran ocasión

Un fallo en cada manga dejan a María José Rienda en un decepcionante 13º puesto del gigante

María José Rienda perdió su gran y única oportunidad en el eslalon gigante. Empezó a estropearlo todo ya con un error en la parte final de la primera manga, y lo completó con otro en la parte intermedia de la segunda, cuando intentó jugársela. Acabó en un decepcionante 13º puesto, el peor de la presente temporada tras el de Cortina d'Ampezzo, el 29 de enero, donde se saltó una puerta en la segunda manga. Pero allí, al menos, llegó a ser líder en la primera, a diferencia del 17º puesto aquí bajo la nieve de Sestriere Colle. Era el peligro de la ocasión solitaria. No valían éxitos anteriores, po...

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María José Rienda perdió su gran y única oportunidad en el eslalon gigante. Empezó a estropearlo todo ya con un error en la parte final de la primera manga, y lo completó con otro en la parte intermedia de la segunda, cuando intentó jugársela. Acabó en un decepcionante 13º puesto, el peor de la presente temporada tras el de Cortina d'Ampezzo, el 29 de enero, donde se saltó una puerta en la segunda manga. Pero allí, al menos, llegó a ser líder en la primera, a diferencia del 17º puesto aquí bajo la nieve de Sestriere Colle. Era el peligro de la ocasión solitaria. No valían éxitos anteriores, por mucho que orlen su palmarés, si no había medalla olímpica. Otra vez a esperar en el desierto invernal español.

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Italia no le ha dado suerte a la esquiadora granadina, que desaprovechó su gran forma y también el mal día de sus rivales de mayor renombre. Janica Kostelic, agotada por sus problemas de salud, ni salió y ya está en Zagreb; Anja Paerson sólo fue sexta tras un prometedor segundo tiempo inicial, y Nicole Hosp, la mejor de las austriacas, cuarta. El sorprendente podio lo ocuparon la estadounidense Julia Mancuso, la finlandesa Tanja Pouitianen y la otra sueca, Anna Ottoson, las menos laureadas de la temporada e incluso de anteriores.

No fue inconveniente para María José salir con el dorsal 1, aunque la nieve que ya caía, pero mucho menos que en el segundo recorrido, pudo retrasarla un poco más que las rivales a quienes pisó el trazado. El problema fue que perdió la línea en los metros finales, donde ya no se le podía echar la culpa al empedrado, y lo que parecía ser un simple fallo se convirtió en un agujero por el que pasaron hasta 16 competidoras delante. Fue ya anormal que mejoraran su tiempo incluso algunas que no están entre las 15 mejores del mundo. No iba a ser su día.

La primera ovación de los Príncipes de Asturias tras su bajada, se fue tornando en silencio en cuanto empezaron a comprobar que era superada por tantas participantes. Fue significativo que la eslovena Tina Maze, con primeros tiempos parciales peores que ella (19,65s y 39,70s frente a 19,45s y 39,48s), hiciera ya 1m 01,97s, mejor que el 1m 01,28s suyo. Era el principio del fin, porque Paerson (19,36s y 38,82s) sólo perdonó en la mitad del recorrido, pero arrasó al final y la dejó a 1,21s, un margen ya casi decisivo para un gigante. Aún sería peor. De las otras 13 de la élite, sólo hicieron peor tiempo que Rienda la italiana Karen Putzer y la austriaca Marlies Schild. El mal resultado de ésta, gran especialista en eslalon, dio ya pistas. La primera sorpresa fue comprobar que el trazado de la primera manga resultó más rápido de lo que se anunciaba. "Son todas gigantistas", dijo María José, quitándole importancia a eso, pero la realidad es que Mancuso, mejor tiempo ya en el primer recorrido, la italiana Nadia Fanchini y la suiza Nadia Styger, que se colaron desde atrás hasta los puestos séptimo y octavo, son más velocistas de supergigante o descenso.

Dentro de las malas noticias, lo único bueno fue que la diferencia de María José con el podio aún era salvable. A sólo 1,39s de la cabeza, y apenas a 1,07s del bronce. Con ese margen, aunque grande, en muchas otras carreras habría estado entre las 10 primeras e incluso de las cinco. Pero el problema mayor era que tenía demasiada gente para superar delante. Debía hacer una segunda manga perfecta y que fallaran demasiadas. Pasó lo primero y ya fue irremediable. El nuevo trazado, más virado, hecho por el padre de Kostelic, la favorecía y hasta la mitad del recorrido llevaba un tiempo similar al que después hizo Ottoson, que sí culminó una remontada desde el 13º puesto al 3º cuando estaba sólo 24 centésimas por delante de la española. El bronce, o al menos el sexto puesto de Salt Lake City 2002, no estaba descartado. Pero el nuevo fallo acabó con todo. Ya fue elocuente que ni siquiera superó a la eslovena Ana Drev, otra llegada de atrás, que había hecho peor tiempo que ella en la primera manga. Sólo mejoró cuatro puestos. Casi nada para las esperanzas que había. A su nivel, estuvo mucho mejor Carolina Ruiz, vigésima, tras ser 24ª en la primera manga.

Rienda suspira tras su segundo descenso.REUTERS
Los príncipes de Asturias jalean a Rienda.EFE

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