"Por favor, no perjudiquen al club"

Javier Clemente, durante la semana, arengó a su tropa a apurar el reglamento, a apelar a la casta y al fútbol racial para hacer frente a un equipo superior. El mensaje era profundo, pero a la hora de la verdad, el Athletic se comportó como solía: un equipo educado, generoso con el juego y con esa mala costumbre de llegar siempre tarde a los momentos importantes. El mensaje de Clemente, claro y rotundo, le llegó nítido lo Madrid, que presionó en todo el campo, con Zidane como cabo primero, y la cosa de agarrar y empujar la aprendió a la primera Sergio Ramos para frenar a Urzaiz o a Aduriz, segú...

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Javier Clemente, durante la semana, arengó a su tropa a apurar el reglamento, a apelar a la casta y al fútbol racial para hacer frente a un equipo superior. El mensaje era profundo, pero a la hora de la verdad, el Athletic se comportó como solía: un equipo educado, generoso con el juego y con esa mala costumbre de llegar siempre tarde a los momentos importantes. El mensaje de Clemente, claro y rotundo, le llegó nítido lo Madrid, que presionó en todo el campo, con Zidane como cabo primero, y la cosa de agarrar y empujar la aprendió a la primera Sergio Ramos para frenar a Urzaiz o a Aduriz, según vinieran. Fue un mensaje cruzado que al final acabó pagando Pablo García en una acción con Urzaiz tras un mal gesto del uruguayo que se retiró lesionado en la primera mitad

Y eso que el Madrid se llevó un susto en el calentamiento del que se retiró Guti tras un frenazo brusco en un rondo. Su presencia en el partido estaba en el aire cuando apenas faltaban 10 minutos para su inicio. Al final, el centrocampista madrileño accedió al equipo titular.

Clemente guardaba su secreto en la libreta. Fiel su guión evitó repetir alineación y en este caso le otorgó a Iraola la condición de media punta ante las bajas de Yeste (sancionado) y Tiko (lesionado). Iraola jugó en media punta en juveniles. Ha llovido y algo se le ha olvidado.

Y en esto, entre lo uno y lo otro, a Casillas empezaron a caerle objetos cuando iba a sacar de portería. La megafonía actuó inmediatamente: "Por favor no arrojen objetos al campo; por favor, no perjudiquen al club" recitó. ¿Y Casillas?

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