Francia, el peor rival
Bajo la dirección de Claude Onesta y con un Thierry Omeyer impresionante entre los palos, la selección de Francia es el peor rival que podía caerle a España en la final. También es el más lógico: son los dos equipos más en forma del torneo y, junto a Croacia y Alemania, los que más han marcado la historia de este deporte en los últimos años. Finalista por primera vez en un Europeo, tras ganar a Croacia por 29-23, Francia fue campeona del mundo en 1995 y 2001, segunda en 1993 y tercera en 1997, 2003 y 2005, así como en los Juegos Olímpicos de Barcelona, en 1992.
El equipo francés parte d...
Bajo la dirección de Claude Onesta y con un Thierry Omeyer impresionante entre los palos, la selección de Francia es el peor rival que podía caerle a España en la final. También es el más lógico: son los dos equipos más en forma del torneo y, junto a Croacia y Alemania, los que más han marcado la historia de este deporte en los últimos años. Finalista por primera vez en un Europeo, tras ganar a Croacia por 29-23, Francia fue campeona del mundo en 1995 y 2001, segunda en 1993 y tercera en 1997, 2003 y 2005, así como en los Juegos Olímpicos de Barcelona, en 1992.
El equipo francés parte de una sólida defensa en 6-0, que convierte con asiduidad en 5-1, con Kavaratic y Bertrand Gille avanzados, para buscar rápidos contraataques que suelen resolver sus extremos, Michael Guigou y Luc Abalo. Detrás de esta barrera, que dirige con mano de hierro el corpulento Didier Dinart (juega en el Ciudad Real), está Thierry Omeyer, que, a sus 29 años, es capaz de lograr porcentajes del 49% (21 paradas de 43), como ayer contra Croacia.
En el ataque, la dirección es del central Guillaume Gille, que cuenta con dos laterales de altísimo nivel: Jerome Fernández (Barcelona) y Nikola Karabatic (Kiel), a los que dan descanso Daniel Narcisse (Gummersbach) y Joel Abati (Magdeburgo), sin que el equipo lo acuse. Juegan mucho con el pivote, Bertrand Gille: 100% de efectividad en la semifinal de ayer.
Como España, Francia cuenta con una gran plantilla, un grupo muy completo que le ha permitido llegar a esta fase decisiva del campeonato con los jugadores bastante enteros. Ésa fue precisamente una de las claves de su victoria sobre Croacia. El último cuarto de hora del encuentro fue un regalo para los franceses. Los croatas, Balic, Vori, Metlicic, Dzomba, Lackovic estaban fundidos. No daban ya para más cuando Francia se fue por seis goles: 20-14. Así que Francia pudo concluir el partido sin agobios, tranquilo y dando descanso a sus mejores hombres.
Francia será un rival de peso en la final. Y no importa que en la fase de clasificación España la superara por 29-26. Aquello probablemente le habrá servido de lección.