Mantras dorados

Por paradójico que parezca, la música apenas entra en el monasterio budista de Olivella (Barcelona), y cuando lo hace es sólo para facilitar la relajación de los monjes durante sus periodos de meditación. Pero del monasterio ha salido uno de los discos que más están sonando en las últimas semanas y que mejor están funcionando en el mercado discográfico. Tanto que Monjes Budistas Sakia Tashi Ling ya ha recibido un disco de oro por sus más de 50.000 copias vendidas. Un fenómeno que recuerda al que protagonizó hace 10 años el canto gregoriano de los monjes de Silos. Ayer, representantes de...

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Por paradójico que parezca, la música apenas entra en el monasterio budista de Olivella (Barcelona), y cuando lo hace es sólo para facilitar la relajación de los monjes durante sus periodos de meditación. Pero del monasterio ha salido uno de los discos que más están sonando en las últimas semanas y que mejor están funcionando en el mercado discográfico. Tanto que Monjes Budistas Sakia Tashi Ling ya ha recibido un disco de oro por sus más de 50.000 copias vendidas. Un fenómeno que recuerda al que protagonizó hace 10 años el canto gregoriano de los monjes de Silos. Ayer, representantes de la discográfica Vale Music entregaron el disco de oro al lama Jamyang Tashi Dorie, en un acto que se celebró en la sala de meditación del templo. El álbum se grabó en el monasterio en una noche, durante 10 horas seguidas. En realidad, los monjes no cantan, sino que recitan sus mantras, cánticos místicos y espirituales con los que, dicen, focalizan su energía para encontrar la felicidad interna y transmitirla. A los mantras del álbum se añaden las voces propias de un estilo más pop y una música de relajación.-

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