Plano cenital contra el Barça

Dos días y medio. Ése es el tiempo del que ha dispuesto Víctor Muñoz, el técnico del Zaragoza, para preparar el partido de ida de los cuartos de final de la Copa contra el Barcelona. Habituado a estructurar la semana en lunes, martes y miércoles para la corrección de errores del último partido y en jueves, viernes y sábado para preparar el próximo encuentro, el entrenador aragonés se ha tenido que acoplar al apretado calendario. "El martes lo dediqué a que los jugadores observaran sobre el césped los fallos ante el Atlético y ayer hicimos una sesión de vídeo y nos centramos en las jugadas de e...

Dos días y medio. Ése es el tiempo del que ha dispuesto Víctor Muñoz, el técnico del Zaragoza, para preparar el partido de ida de los cuartos de final de la Copa contra el Barcelona. Habituado a estructurar la semana en lunes, martes y miércoles para la corrección de errores del último partido y en jueves, viernes y sábado para preparar el próximo encuentro, el entrenador aragonés se ha tenido que acoplar al apretado calendario. "El martes lo dediqué a que los jugadores observaran sobre el césped los fallos ante el Atlético y ayer hicimos una sesión de vídeo y nos centramos en las jugadas de estrategia para sorprender al Barça", admite. Metódico como pocos, sostiene que se esfuerza en ser práctico sobre el campo: "A los jugadores hay que dárselo hecho para que sean capaces de interpretar y, en muchas ocasiones, descubrir los errores. Creo que no hay que aburrirlos". Pero añade: "La suerte también influye porque, por mucho que prepares un partido, si te meten un gol de buenas a primeras todo cambia. Por eso es importante tener un estilo propio".

El primer arma de este Zaragoza es el vídeo. El club utiliza como referencia el último enfrentamiento directo entre ambos equipos en el Camp Nou, que concluyó con empate a dos. Un ayudante del cuerpo técnico del Zaragoza solicitó entonces al Barça la posibilidad de grabar en vídeo, con un plano cenital -lo más arriba posible para tener una visión panorámica-, el partido. Tras ver la grabación, Víctor Muñoz selecciona las jugadas importantes, hace un análisis de las estadísticas relativas a los equipos y remarca los errores. "Dura cerca de un cuarto de hora. Pero muchas veces ni siquiera se lo enseñamos a los jugadores porque tenemos otras prioridades", explica.

Asunto esencial para Víctor Muñoz es preparar un encuentro en el que no estarán Deco, Eto'o, Xavi ni Motta, bajas para La Romareda, a las que se unieron ayer la de Giuly y Puyol, a los que Frank Rijkaard, el entrenador azulgrana, da descanso. Es la primera vez que Puyol no entra en una convocatoria esta temporada. "Son futbolistas que definen el juego del Barça", argumenta Víctor Muñoz. Pero ahonda: "Por eso también solicitamos a Satélite Digital los cinco últimos partidos del próximo contrincante".

Del 2-2 en Barcelona, Víctor Múñoz extrae dos puntos importantes a corregir: el daño que hizo la presión del Barça a su defensa y la entrada del sueco Larsson, que se postula como titular. "Cómo evitar la presión es secreto", afirma; "pero, en este encuentro, la aportación de Larsson será diferente. Entonces fue un recurso para apretar porque perdían. Estaban en una situación de emergencia ante un equipo en inferioridad numérica".

Una vez analizados los fallos, Víctor Muñoz prepara el encuentro ante el Barça y remarca a sus jugadores varios puntos importantes, como el lugar donde se inicia la jugada y las zonas de presión y las de ataque. "El problema es que el equipo de Rijkaard no tiene puntos débiles. Lo que tenemos que hacer es convertir sus virtudes en defectos, provocar sus errores. Porque el fútbol, al fin y al cabo, es un juego de errores", razona. Para conseguirlo ha pedido a sus futbolistas que se comuniquen entre ellos, que guarden los espacios entre líneas, que mantengan distancias proporcionadas, que ataquen y defiendan todos. "No digo más porque algo me tengo que guardar, que tengo que competir", arguye. También se guarda las jugadas de estrategia. Al ser Copa, el partido contra el Barça durará 180 minutos. Para Víctor Muñoz, sin embargo, algo más.