Cisma inmobiliario en la directiva del Valencia

Soler destituirá a su vicepresidente por discrepar sobre el estadio

El presidente del Valencia, Juan Soler, destituirá de su cargo al vicepresidente, Vicente Soriano, en una votación en el próximo consejo de administración. Soler pidió ayer a Soriano que presentara su dimisión, pero este se negó. De fondo hay una disputa entre promotores por el control de las operaciones inmobiliarias de la entidad, sobre todo la elección del proyecto del nuevo estadio: Soler es partidario de la constructora Llanera, y Soriano de IMG Wembley. También se disputan la venta del actual Mestalla y la construcción de la nueva ciudad deportiva.

La guerra social ha vuelto a Mes...

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El presidente del Valencia, Juan Soler, destituirá de su cargo al vicepresidente, Vicente Soriano, en una votación en el próximo consejo de administración. Soler pidió ayer a Soriano que presentara su dimisión, pero este se negó. De fondo hay una disputa entre promotores por el control de las operaciones inmobiliarias de la entidad, sobre todo la elección del proyecto del nuevo estadio: Soler es partidario de la constructora Llanera, y Soriano de IMG Wembley. También se disputan la venta del actual Mestalla y la construcción de la nueva ciudad deportiva.

La guerra social ha vuelto a Mestalla. Desaparecido de la escena el ex presidente Francisco Roig, después de vender todas sus acciones a la familia Soler, el conflicto enfrenta ahora a Soler con el vicepresidente, Vicente Soriano, ambos promotores inmobiliarios. Su disputa va más allá de la toma de decisiones en el Valencia y atañe a las operaciones inmobiliarias del club. Algunos de los directivos, como Soriano y Juan Armiñana, se han mostrado contrarios al proceder de Soler dentro del consejo. Según ellos, el presidente actúa de manera excesivamente personalista, sin contar con la opinión de algunos directivos que hicieron un gran desembolso económico.

De fondo, y como desencadenante, se produce una lucha entre los dos promotores por el control de las operaciones inmobiliarias que ha emprendido la entidad: la recalificación de los terrenos de Porxinos para la construcción de una nueva ciudad deportiva en Riba-roja, la recalificación del solar del estadio de Mestalla para convertirlo en zona residencial, y, sobre todo, la edificación del nuevo campo en la avenida de las Cortes Valencianas. También, en el futuro, la venta de la ciudad deportiva de Paterna. Están en juego más de 800 millones de euros.

El consejero Enrique Lucas, mano derecha de Soler, pidió ayer a Soriano que dimitiera. El vicepresidente se negó e instó a que sea el Valencia el que le destituya como vicepresidente. Otra cosa es su cargo de consejero, condición que sólo podría arrebatarle Soler con el apoyo de los accionistas en una junta general.

La familia Soler, que controla unas 50.000 acciones del Valencia, por unas 20.000 de Soriano, pretende destituir a éste en el consejo de la próxima semana, en el que tiene una mayoría de apoyos. Soriano, que también es promotor, como la mayor parte de los consejeros, formaba parte de la candidatura de Roig, pero se unió a Soler en el intento de comprar los títulos del ex presidente y fue nombrado vicepresidente.

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