Análisis:A LA PARRILLA

Grandes de España

El retorno de Los Serrano (Tele 5) nos permitió apreciar ciertos cambios en las proporciones de sus ingredientes. Inicialmente, la serie practicaba un humor costumbrista centrado en las relaciones de una familia con tendencia a complicarse la vida. Confirmados por la audiencia, las relaciones han pasado por todos los estados de la materia emocional y, en estos momentos, entramos en una fase de desencuentro sentimental. La separación de Lucía y Diego y el retorno de Marcos, también separado y condenado a protagonizar malentendidos por culpa de la incontinencia hormonal de su amigo Raúl, ...

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El retorno de Los Serrano (Tele 5) nos permitió apreciar ciertos cambios en las proporciones de sus ingredientes. Inicialmente, la serie practicaba un humor costumbrista centrado en las relaciones de una familia con tendencia a complicarse la vida. Confirmados por la audiencia, las relaciones han pasado por todos los estados de la materia emocional y, en estos momentos, entramos en una fase de desencuentro sentimental. La separación de Lucía y Diego y el retorno de Marcos, también separado y condenado a protagonizar malentendidos por culpa de la incontinencia hormonal de su amigo Raúl, configuran el nuevo escenario. También fue interesante el protagonismo de Barcelona. Para poner tierra de por medio, Lucía amenaza con marcharse a Barcelona y se muestra preocupada por su catalán oxidado. A Marcos, en cambio, le ocurre lo contrario. Cuando sus amigos le preguntan qué le ha ocurrido, cuenta que en Barcelona se sintió algo desplazado, entre otras razones porque no entendía el catalán. Que nadie busque en estos detalles un intento de desestabilizar la negociación del Estatuto.

En el primer capítulo de este regreso (que pasará a la historia por la aparición del nuevo personaje de Helena, próximo sex symbol de la serie), Los Serrano incluso recurrió a un flash-back en el que Diego, Fiti y Santi aparecían rememorando bucólicos juegos rurales y amores de infancia. Seguro que entonces ya triunfaban, en blanco y negro, Raphael y Rocío Jurado. La cantante fue la protagonista del enésimo homenaje de TVE. Éste, sin embargo, no fue como los anteriores. Cuando Jurado y Raphael salieron a interpretar ¿A que no te vas?, lo relevante no era el histriónico y cargante pimpinelismo de su puesta en escena sino la evidencia de que ambos eran supervivientes de dolorosas convalecencias. Esa presencia de artistas que, pese a las adversidades, no renuncian a su cuota de pantalla, tenía mucha grandeza. Como la tiene la esperanza de Antonio Resines intentando recuperar la autoestima para, paso a paso, intentar reconquistar el indeciso corazón de Belén Rueda.

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