FÚTBOL | 14ª jornada de Liga

Motta también funciona como volante

Hasta ahora, o al menos en 14 partidos, contabilizando tanto los de Liga como los de la Copa de Europa, el Barcelona no ganaba un encuentro sin que no marcaran Eto'o o Ronaldinho. Los dos tantos de ayer en Vila-real fueron especialmente afortunados porque los metieron Peña en propia puerta y Deco en una de sus jugadas favoritas, que consiste en tirar a dar al defensa para despistar al portero. No necesitó el Barcelona de sus artilleros para alcanzar una victoria de gran impacto. Lesionado Xavi, Ten Cate -Rijkaard guardaba cama- prefirió a Motta antes que a Iniesta, y el equipo resultó igualmen...

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Hasta ahora, o al menos en 14 partidos, contabilizando tanto los de Liga como los de la Copa de Europa, el Barcelona no ganaba un encuentro sin que no marcaran Eto'o o Ronaldinho. Los dos tantos de ayer en Vila-real fueron especialmente afortunados porque los metieron Peña en propia puerta y Deco en una de sus jugadas favoritas, que consiste en tirar a dar al defensa para despistar al portero. No necesitó el Barcelona de sus artilleros para alcanzar una victoria de gran impacto. Lesionado Xavi, Ten Cate -Rijkaard guardaba cama- prefirió a Motta antes que a Iniesta, y el equipo resultó igualmente solvente, una prueba más de los grandes recursos con los que cuenta.

A Rijkaard parece gustarle retocar la alineación en función del partido. Al igual que ya ocurrió ante el Werder Bremen, ayer prefirió un equipo titular físico y endurecido para enfrentar al Villareal, y optó por montar una línea de medios con tres futbolistas de más empaque que de toque: Edmilson, Deco y Motta. Perdió un poco de estilo el Barça y a cambio ganó poderío, característica que precisamente la temporada pasada se le echó en falta en partidos grandes, como los disputados en Chamartín y Stamford Bridge.

Edmilson tomó a Riquelme mientras Motta y Deco mezclaban perfectamente como interiores. A pesar de ser zurdo y haber jugado de volante en sus inicios azulgrana, Motta ejercía más medio centro que de volante hasta anoche en el Madrigal. Motta completó un encuentro muy interesante porque es un jugador muy versátil, intimidador, que tiene buen toque y, además, pegada. El italo-brasileño aguantó a pie firme hasta que se lesionó, cosa nada rara, por otra parte, en un futbolista excesivamente pusilánime, un pupas por su mala suerte. A la espera del examen médico que se le practicará hoy, Motta sufre una problema en la parte posterior del muslo de su pierna derecha y difícilmente podrá jugar el miércoles en Udine y el domingo ante el Sevilla.

Apretados en el arranque por Josico y Senna, los centrocampistas azulgrana gobernaron el encuentro a partir de la media hora, apoyados casi siempre por el trabajo de Messi, un jugador que atacó y defendió con el mismo acierto. A un partido especialmente exigente respondió el Barcelona con un equipo serio, fuerte, sobrio y muy laborioso.

El club azulgrana ha completado una plantilla muy profunda y que le permite diferentes registros sin perder identidad. Ayer, por ejemplo, y en ausencia de los lesionados Xavi y Van Bommel, contaba en el banquillo con Gabri, Iniesta, Belletti, Larsson y Gio van Bronckhorst, mientras que Damià, Ezquerro y Maxi ni siquiera fueron convocados. O sea que podía insistir o cambiar sobre la misma idea de juego dispuesta nada más empezar el encuentro.

Aunque la presión fue más importante que la pausa y la delicadeza, el equipo no perdió equilibrio y se juntó tanto para defender como para atacar sin que el Villarreal pudiera meterle mano. Únicamente el Atlético de Madrid ha podido ganar al Barcelona.

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