La niebla causa 186 kilómetros de atascos en plena hora punta

Los usuarios de las cercanías sufrieron ayer por la mañana las consecuencias de una avería eléctrica en el tramo del túnel que une Atocha con Recoletos y Chamartín. Los trenes llegaron a acumular en plena hora punta retrasos de hasta 45 minutos, lo que causó graves problemas a los viajeros. Las carreteras registraron atascos de 186 kilómetros como consecuencia de la densa niebla que había al amanecer.

La avería se produjo pasadas las seis de la mañana, cuando un pantógrafo (toma de electricidad de los trenes) arrancó una catenaria del túnel en el tramo que une Recoletos y Atocha, en sen...

Los usuarios de las cercanías sufrieron ayer por la mañana las consecuencias de una avería eléctrica en el tramo del túnel que une Atocha con Recoletos y Chamartín. Los trenes llegaron a acumular en plena hora punta retrasos de hasta 45 minutos, lo que causó graves problemas a los viajeros. Las carreteras registraron atascos de 186 kilómetros como consecuencia de la densa niebla que había al amanecer.

La avería se produjo pasadas las seis de la mañana, cuando un pantógrafo (toma de electricidad de los trenes) arrancó una catenaria del túnel en el tramo que une Recoletos y Atocha, en sentido hacia esta última. Las líneas más afectadas fueron la C-1 (San Sebastián de los Reyes-Alcalá de Henares), la C-2 (Guadalajara-Chamartín), la C-7 (Colmenar Viejo-Atocha), la C-8 (Sierra Norte-Atocha) y C-10 (Collado Villalba-Tres Cantos), según fuentes de Renfe.

La avería se tradujo en que sólo se podía utilizar una de las vías para ambos sentidos. El fallo eléctrico no quedó subsanado hasta las 8.45, pero las consecuencias perduraron hasta media mañana. Los trenes acumularon retrasos de media hora como término medio, pero en algunos casos llegaron a los 45 minutos. "El accidente ha sido totalmente fortuito", señaló un portavoz de la compañía ferroviaria.

La niebla también causó muchos problemas en plena hora punta. Según fuentes de la Dirección General de Tráfico (DGT), las carreteras de acceso a la capital registraron retenciones que sumaban 186 kilómetros. La autovía de A Coruña (A-6) fue una de las que peores consecuencias vivió hasta bien entrada la mañana. Las nubes bajas causaron largos atascos en Las Rozas y en los tramos más próximos de entrada a la capital. Esta carretera no logró recuperarse hasta las once de la mañana, aproximadamente.

La M-40 también registró graves atascos, de más de 15 kilómetros en dos tramos. El peor fue el de los túneles de El Pardo. Un accidente sobre las nueve de la mañana a la altura del desvío del estadio de La Peineta causó otra retención de bajada hacia el nudo supersur y Mercamadrid.

Las autovías de Toledo (A-42), de Extremadura (A-5) y de Burgos (A-1) también sufrieron grandes retenciones por las nubes bajas. Por otra parte, se producía una circulación muy lenta con paradas frecuentes y prolongadas en la M-307, en Ciempozuelos. Por el contrario, el aeropuerto de Barajas no tuvo ningún problema por la niebla.