Reportaje:FÚTBOL | El Bernabéu aplaude a un Barça glorioso

Treinta años de clásicos

Angel Mur, masajista del Barça, ha vivido desde el 0-5 todos los duelos

El sábado, volando de Madrid a Barcelona, tuvo que emocionarse, pero nadie lo notó. Faltaría más. Angel Mur (Barcelona, 25 abril de 1941) es así, "discreto, profesional y muy culé", según le reconocen cuantos han trabajado con él desde que llegó al primer equipo del Barça, ahora se cumplen 30 años. Y son muchos, casi tantos como los que aprecian al masajista del Barcelona, una institución azulgrana de tal calibre que lleva 30 años sentado en el banquillo del Barça y jamas se ha quejado por no jugar.

Jugar, jugó en el filial del club cuando se llamaba Condal y no Barça B, pero antes de l...

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El sábado, volando de Madrid a Barcelona, tuvo que emocionarse, pero nadie lo notó. Faltaría más. Angel Mur (Barcelona, 25 abril de 1941) es así, "discreto, profesional y muy culé", según le reconocen cuantos han trabajado con él desde que llegó al primer equipo del Barça, ahora se cumplen 30 años. Y son muchos, casi tantos como los que aprecian al masajista del Barcelona, una institución azulgrana de tal calibre que lleva 30 años sentado en el banquillo del Barça y jamas se ha quejado por no jugar.

Jugar, jugó en el filial del club cuando se llamaba Condal y no Barça B, pero antes de llegar al vestuario azulgrana por cómo tocaba el balón, llegó por cómo daba masajes a los futbolistas. Y en eso lleva treinta años. Treinta años que le han llevado de visita a Chamartín una vez por año. La primera, con motivo de un 0-5. "Tuvimos suerte. Ellos pudieron ponerse 0-2 y nosotros metimos cinco pero alguno, con algo de suerte tambien", asegura. Nada que ver con la exhibición de ayer en el Bernabéu. Allí ha visto de todo, desde la caída de un dardo sobre Urruti o una piedra en el autocar. "Eso es lo peor, la gente que no sabe entender que esto es un juego. Y de esos hay en Madrid, en Barcelona y en todos los campos. También señores que aplauden al rival. Eso me gusta".

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Ángel Mur entra en edad de jubilación. En el vestuario nadie se ha planteado dejar de tenerle cerca y el club susurra el tema por no ofender a quien nunca ofendió a nadie. Él, que lo sabe, piensa. "El club manda, como siempre". Alegrias como la del sábado, seguro, le confunden, pero hay algo que sabe está cambiando: "No me gustan los vestuarios del Bernabéu. Parecen de gimnasio de lujo" Los del 0-5, en cambio, "olían a futbol".

Ángel Mur.

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