Muere uno de los dos vigilantes atrapados en las obras de un túnel
La lluvia ocasionó el deslizamiento de grandes rocas y barro
La Generalitat de Cataluña ha abierto una investigación para aclarar las causas de un desprendimiento de barro y rocas en el túnel en construcción de la variante de Sant Esteve d'en Bas (Girona), que el lunes por la noche dejó atrapados a dos vigilantes, uno de los cuales murió y el otro resultó herido de gravedad. El suceso ocurrió tras dos días de lluvias, en una zona que ya había sido consolidada y tenía una malla protectora. Los dos vigilantes estaban cenando en el interior de una caseta de obra cuando un alud de fango y rocas de hasta 50 toneladas de peso se les vino encima.
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La Generalitat de Cataluña ha abierto una investigación para aclarar las causas de un desprendimiento de barro y rocas en el túnel en construcción de la variante de Sant Esteve d'en Bas (Girona), que el lunes por la noche dejó atrapados a dos vigilantes, uno de los cuales murió y el otro resultó herido de gravedad. El suceso ocurrió tras dos días de lluvias, en una zona que ya había sido consolidada y tenía una malla protectora. Los dos vigilantes estaban cenando en el interior de una caseta de obra cuando un alud de fango y rocas de hasta 50 toneladas de peso se les vino encima.
El desprendimiento sucedió poco después de las diez de la noche del lunes. El rescate de los dos vigilantes atrapados bajo la montaña de rocas de grandes dimensiones, que se prolongó durante unas siete horas, fue una operación compleja y delicada que no estuvo exenta de momentos de gran tensión.
El cadáver de Eudald P. C., de 47 años y vecino de Orís (Barcelona), fue rescatado a las 6.30 del martes por los Bomberos de la Generalitat. El trabajador que sobrevivió al desprendimiento, Jordi R. C., de 46 años y vecino de Taradell (Barcelona), estuvo en todo momento consciente y contestando a las preguntas de los bomberos durante los trabajos de rescate. Jordi R. C. se encuentra internado en el hospital Josep Trueta de Girona, donde fue intervenido de fracturas y heridas en las piernas y su vida no corre peligro.
Hasta el lugar del siniestro se desplazaron 22 dotaciones de los bomberos, cuyos agentes, ayudados por maquinaria pesada para remover las rocas, trabajaron durante la madrugada para retirar la tierra y las rocas bajo las que estaban sepultados los dos vigilantes. La lluvia que caía en la zona dificultó las tareas de rescate y cuando los bomberos llegaron hasta el trabajador que sufría heridas más graves, lo encontraron muerto.
El director general de Carreteras de la Generalitat, Jordi Follia, aseguró ayer que las obras de construcción del túnel de Bracons cumplían con todas las medidas de seguridad requeridas. Follia, a la espera de la investigación que ha ordenado la Generalitat, atribuye el desprendimiento a las fuertes lluvias que ha sufrido la zona en las últimas 48 horas. El director general de Carreteras descarta cualquier tipo de negligencia por parte de la dirección de la obra.
La delegada de la Generalitat en Girona, Pia Bosch, explicó que la construcción de los accesos al túnel no se reanudará hasta que los técnicos hayan podido evaluar la dimensión del siniestro. Tampoco se tocarán de momento las rocas que rodaron por el talud. No obstante, la delegada confía en que los trabajos puedan continuar dentro de pocos días.