ARTE

Desembarca en España Le Fresnoy, centro de formación de arte digital

Esta atípica escuela francesa, única en su género, presentará sus producciones en un ciclo de exposiciones en la Fundación Miró y en el festival de video Loop

Un columpio sonoro suspendido entre dos altas ruedas, cuyos radios son cuerdas de guitarra, permite al público crear composiciones musicales, que dependen del peso de su cuerpo, la posición de sus manos y la amplitud de su balanceo. Arte contemporáneo, tecnología, folclor y artesanía se combinan en Balançoire, una obra del moldavo Veaceslav Druta, emblemática de los conceptos y objetivos de la escuela de arte Le Fresnoy.

Abierto en octubre de 1997, gracias al impulso del entonces ministro de Cultura, Jack Lang, y del artista Alain Fleischer, su actual director, este centro de for...

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Un columpio sonoro suspendido entre dos altas ruedas, cuyos radios son cuerdas de guitarra, permite al público crear composiciones musicales, que dependen del peso de su cuerpo, la posición de sus manos y la amplitud de su balanceo. Arte contemporáneo, tecnología, folclor y artesanía se combinan en Balançoire, una obra del moldavo Veaceslav Druta, emblemática de los conceptos y objetivos de la escuela de arte Le Fresnoy.

Abierto en octubre de 1997, gracias al impulso del entonces ministro de Cultura, Jack Lang, y del artista Alain Fleischer, su actual director, este centro de formación, investigación y producción de todas las vertientes de la creación audiovisual sigue representando ocho años después una experiencia muy avanzada y única en su género. "Balançoire convierte una actividad lúdica y corriente en una acción artística, a la vez que establece enlaces entre diferentes expresiones creativas, enmarcándose perfectamente en el objetivo básico del centro, que es la búsqueda de la interdisciplinariedad", explica Pascale Pronnier, responsable de exposiciones de Le Fresnoy.

El biombo sadomasoquista

La interdisciplinariedad es patente en trabajos tan diversos como la procedencia de los estudiantes artistas (más de 200 de 35 países): desde el antiguo telar inglés de Ng Kingsley, que junto al tejido produce sonidos e imágenes, hasta el biombo de Bondage, de Atau Tanaka, en que aparecen fragmentos de imágenes generadas por los movimientos del público que descubren una figura sadomasoquista inspirada en las del fotógrafo Nobuyoshi Araki.

"Le Fresnoy impulsa el uso de las nuevas tecnologías ofreciendo un amplio abanico de recursos de última generación, y valora especialmente la capacidad de armonizar los lenguajes clásicos con los nuevos medios", señala Alain Fleischer, que cada año elige los 24 artistas que pasarán los dos años siguientes en Le Fresnoy, un edificio de Bernard Tschumi.

Las obras son producidas tanto por los estudiantes como por los profesores, todos destacados artistas de la escena internacional. "Los proyectos basados en los nuevos medios deben tener una mayor visibilidad, pero la tecnología no necesita ser evidente ni prepotente, sino que debe integrarse y fundirse con la obra, hasta el punto de que sea imposible detectarla como un elemento autónomo", afirma Fleischer, que cada año organiza una exposición de piezas nuevas, de la que queda memoria en la web.

A diferencia de otros centros similares, Le Fresnoy realiza una labor de difusión continua, que ahora le ha conducido a Barcelona, donde, además de un ciclo en la Fundación Miró, presentará una selección de vídeos en el festival Loop a mediados de noviembre.

Instalaciones de Le Fresnoy.

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