FÚTBOL | Cuarta jornada de la Liga de Campeones: Benfica-Villarreal

"No se puede frenar 90 minutos a Riquelme", dice Koeman

Una amenazante águila marrón se paseaba ufana ayer por el interior del estadio Da Luz, en Lisboa, posada en el brazo derecho de su adiestrador, un gaditano que trabaja para el Benfica desde hace cinco años. Es la misma ave que sobrevolará hoy el estadio antes del partido como símbolo de la grandeza histórica de un club que trata de recuperar su pasado.

Tras seis años de ausencia, el Benfica ha vuelto con fuerza a la Liga de Campeones, consciente de que, si gana hoy al Villarreal, tendrá casi asegurado su pase a la siguiente fase. Pero muy preocupado también ante el calibre del debutante...

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Una amenazante águila marrón se paseaba ufana ayer por el interior del estadio Da Luz, en Lisboa, posada en el brazo derecho de su adiestrador, un gaditano que trabaja para el Benfica desde hace cinco años. Es la misma ave que sobrevolará hoy el estadio antes del partido como símbolo de la grandeza histórica de un club que trata de recuperar su pasado.

Tras seis años de ausencia, el Benfica ha vuelto con fuerza a la Liga de Campeones, consciente de que, si gana hoy al Villarreal, tendrá casi asegurado su pase a la siguiente fase. Pero muy preocupado también ante el calibre del debutante Villarreal, que va creciendo cada jornada, muy paciente para elaborar su fútbol de toque por muy mal que se le pongan las cosas. Un Villarreal que ha reestablecido la conexión Riquelme-Forlán, con todo el arsenal que eso significa. "No se puede frenar a Riquelme todo un partido. Es demasiado bueno. Siempre va a tener sus momentos", confesó ayer Ronald Koeman, técnico del club lisboeta, aunque matizó: "También podemos aprovechar los espacios que deja, porque todos sabemos que no defiende".

Ningún equipo español ha ganado en terreno del Benfica, que conquistó sus dos Copas de Europa ante sus vecinos ibéricos, el Barça en la temporada 1960-61 por 3-2 y el Real Madrid en la campaña siguiente por 5-3. En su afán por asomarse al escaparate internacional, el amplísimo y lujoso banquillo del Benfica ha tenido en los últimos tres años a tres entrenadores de tanto renombre como disparidad de criterios: Camacho, Trapatoni y Koeman.

El aroma de juego ofensivo del holandés ya se aprecia en algunas fases de su equipo, como en su primera parte de la ida en el Madrigal (1-1). Claro que, en ese mismo partido, el Villarreal reaccionó y ofreció una poderosa segunda parte que sólo el chutazo de Fernandes evitó que se tradujera en la primera victoria amarilla. Al conjunto de Manuel Pellegrini ya no le sirve un empate, el único resultado que ha conseguido hasta la fecha. El ganador de hoy, incluso, aspiraría al primer puesto del grupo, puesto que el Manchester United ha apartado su condición de favorito y ha entrado en una crisis considerable.

Koeman no podrá contar con su portero Quim, con una hernia inguinal, por lo que la responsabilidad recaerá otra vez en el joven Rui Nereu. Algo parecido le ocurre al Villarreal, cuya portería la cubrirá el inexperto Barbosa por la lesión de Viera en el Calderón.

Benfica: Nereu; Nelson, Luisão, Anderson, Ricardo Rocha; Pereira, Petit, Fernandes, Leo; Nuno Gomes y Simão.

Villarreal: Barbosa; Venta, Gonzalo, Quique Álvarez, Arruabarrena; Josico, Senna; José Mari, Riquelme, Sorin; y Forlán.

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