Pedrosa pide calma

Mucha presión ha sobrellevado Dani Pedrosa en su moto el último mes y medio. Pero el español la apeó en Australia, donde hace un año se coronó como el campeón más joven de la historia en la categoría de 250cc y donde hace una semana se convirtió en el tricampeón más precoz de este deporte. El récord anterior lo ostentaba el italiano Valentino Rossi.

A su llegada a Estambul, donde el domingo las motos saltarán por primera vez al rápido Istanbul Park, la serenidad y el agotamiento marcaban el rostro del catalán. Custodiado por Rossi, Nicky Hayden, Colin Edwards y Carlos Checa, sus futuros...

Mucha presión ha sobrellevado Dani Pedrosa en su moto el último mes y medio. Pero el español la apeó en Australia, donde hace un año se coronó como el campeón más joven de la historia en la categoría de 250cc y donde hace una semana se convirtió en el tricampeón más precoz de este deporte. El récord anterior lo ostentaba el italiano Valentino Rossi.

A su llegada a Estambul, donde el domingo las motos saltarán por primera vez al rápido Istanbul Park, la serenidad y el agotamiento marcaban el rostro del catalán. Custodiado por Rossi, Nicky Hayden, Colin Edwards y Carlos Checa, sus futuros rivales en 2006, Pedrosa aludió por primera vez y sin tapujos a su inminente salto a la categoría de MotoGP. El liviano piloto pidió calma a aquellos que le apuntan como la alternativa al gran Rossi.

"Los aficionados tienen puesta mucha ilusión en que pueda batir a Valentino, pero es una ilusión inocente", avisó Pedrosa. "Ellos [tanto su equipo como los aficionados] quieren ver ganar a alguien de su país, pero aún no se sabe si tendré posibilidades", abundó, con Raúl Jara, su amigo del alma, enfrente. "No se sabe si Rossi será batido o no, pero creo que es un error pensarlo porque se crean demasiadas expectativas", dijo el de Castellar del Vallés.

Dos años después de ganar Rossi su último cetro a lomos de una Honda, en la marca del ala dorada han elegido a Pedrosa para tratar de batir a Il Dottore y a su Yamaha antes de que emigre a los coches. O, al menos, que Pedrosa herede el estatus del italiano de no llegar a tiempo de batirse con él en la pista con un mínimo de experiencia en MotoGP.

Al término de la rueda de prensa oficial, Rossi le pasó el brazo por detrás del hombro a Pedrosa y los flashes enloquecieron. Como siempre han pregonado, ambos se admiran y se respetan. "¿Qué se siente al ser abrazado por Rossi?", le preguntaron a Pedrosa. "Valentino no es Alá", bromeó éste.

Lejos de mostrar inquietud ante la magnitud que supondrá el salto, el pupilo de Alberto Puig fue claro al ser preguntado para cuándo está prevista su primera toma de contacto con su nueva máquina. "Cada cosa, a su tiempo", espetó sin dudar; "cuando toque, tocará", apuntó el barcelonés, contrario a probar ya la RC211V de MotoGP justo después de la última cita de 2005, el 6 de noviembre en Cheste: "No por coger la moto iré mejor. Lo correcto sería terminar, reposar y pasar un tiempo sin tocarla. Llego a MotoGP como rookie [debutante] y no soy el salvador del mundo".