Un sector de autónomos muy atomizado con 250.000 camiones
El sector de transportes de mercancías está marcado por profesionales autónomos que representan cerca del 80% del total, según calculan las principales organizaciones del sector. El total de camiones, entre pesados y ligeros, asciende a unos 250.000, según la Confederación Española de Transportes de Mercancías (CETM), encuadrada en la patronal CEOE, que ha convocado este paro.
Esta organización cuenta con 34.000 empresas que poseen 150.000 vehículos. La plantilla, entre patronos, autónomos y asalariados, asciende a 250.000 trabajadores. El sector está representado en el Comité Nacional ...
El sector de transportes de mercancías está marcado por profesionales autónomos que representan cerca del 80% del total, según calculan las principales organizaciones del sector. El total de camiones, entre pesados y ligeros, asciende a unos 250.000, según la Confederación Española de Transportes de Mercancías (CETM), encuadrada en la patronal CEOE, que ha convocado este paro.
Esta organización cuenta con 34.000 empresas que poseen 150.000 vehículos. La plantilla, entre patronos, autónomos y asalariados, asciende a 250.000 trabajadores. El sector está representado en el Comité Nacional del Transporte, que es el interlocutor ante el Ministerio de Fomento. La CETM asegura que cuenta con el 60% de la representación del comité una vez que ha acreditado de forma reglamentaria las empresas y camiones que tiene adscritos a la organización.
La segunda organización del sector es Fenadismer, cuyo secretario general es Juan Antonio Millán. Esta organización está compuesta por pequeños empresarios autónomos, microempresas y cooperativas que suman un total de 32.000 camiones y se ha opuesto al paro por entender que es una maniobra política.
La asociación ASTIC engloba a las grandes empresas ruteras internacionales, con una flota de unos 25.000 camiones.
Además, hay otras organizaciones de autónomos como Cetransa y Fedatrans, cuya representación global es de unos 12.000 camiones entre las dos. El resto se lo reparten organizaciones provinciales, que, en algunos lugares, son muy fuertes. Caso de Valencia.
El sector, que hace unos años estaba muy regulado en cuestión de tarifas, licencias y permisos de circulación, se halla en un proceso de liberalización con introducción de competencia en los precios con los cargadores (clientes), a los que a veces reclaman cambios en los contratos anuales por la subida del gasóleo, hecho que éstos no quieren asumir por entender que forma parte de la mecánica del mercado.