Jacquelin se estrena

No hubo mareo, ni depresión, ni catastrofre. El francés Raphaël Jacquelin no falló en la última vuelta y, a sus 31 años, ganó el Open de Madrid, el antepenúltimo torneo del circuito europeo de golf, lo que le supuso un espléndido cheque de 166.660 euros. Es la primera vez que consigue un triunfo y... de qué manera: estableció el récord de la competición con una tarjeta total de 261 golpes, 23 por debajo del par del Club de Campo. "La verdad es que un terreno mojado ayuda bastante. El drive lo podías tirar más alto y los greens estaban más receptivos", matizó. Pero era igual. Habí...

No hubo mareo, ni depresión, ni catastrofre. El francés Raphaël Jacquelin no falló en la última vuelta y, a sus 31 años, ganó el Open de Madrid, el antepenúltimo torneo del circuito europeo de golf, lo que le supuso un espléndido cheque de 166.660 euros. Es la primera vez que consigue un triunfo y... de qué manera: estableció el récord de la competición con una tarjeta total de 261 golpes, 23 por debajo del par del Club de Campo. "La verdad es que un terreno mojado ayuda bastante. El drive lo podías tirar más alto y los greens estaban más receptivos", matizó. Pero era igual. Había logrado su meta. "No se me ha pasado por la cabeza nada. Simplemente, disfruté el momento", dijo entre sonrisas

El sueño de Jacquelin de pequeño era ser futbolista y tenista, pero una lesión en una rodilla le obligó a practicar otros deportes menos exigentes. Allí se le apareció el golf, a los 14 años, y desde entonces no se ha separado de los 14 palos. Ha disputado muchos campeonatos, pero la miel no le había llegado a los labios hasta ayer.

La mañana se le antojaba tranquila a este francés risueño, residente en Suiza, que no paraba de hacer muecas y sonreír a los asistentes. Además, le acompañaba el tiempo: no hacía viento. Y partía con siete golpes de ventaja sobre el segundo, el norirlandés Darren Clark. Sólo tenía que administrar su renta, pero no contaba con un invitado de última hora: el escocés, Paul Lawrie, un jugador hecho, consistente, maduro y ganador del Open Británico en 1999. Lawrie, que iba jugando por delante, se colocó a tres golpes en el hoyo 9 gracias a cinco birdies seguidos. Pero Jacquelin siguió tranquilo hasta que en el segundo golpe del hoyo 14, un Par-5, mandó la bola al bunker: "Lo pasé bastante mal en ese momento". Pero la sacó con maestría y embocó un gran putt: birdie y nervios evaporados. El último hoyo fue una fiesta para él. Antes de dar el último golpe, miró al tendido y sonrió a cuatro amigos que en cuanto vieron entrar la pelota salieron a rociarle con cava.

Clasificación final: 1. R. Jacquelin (Fra.), 261 golpes (23 bajo par). 2. P. Lawrie (Esc.), 264. 3. A. Hansen (Din.) y D. Clarke (Irl. del N.), 266. 5. I. Woosnam (Gal.), 267. 6. J. Lara y J. Lima (Por.), 268. 8. G. Bourdy (Fra.), D. Lynn (Ing.) y C. Montgomerie (Esc.), 269. 11. M. Á. Jiménez, 270. 12. J. M. Olazábal, 271. 23. G. Fernández-Castaño, F. Roca e I. Garrido, 273. 34. I. Giner y C. del Corral, 276. 44. M. Á. Martín, 278.