Como si fuera una final
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El pabellón de Fontajau se llenó como pocas veces había sucedido en los 17 años que llevaba el Girona en la Liga ACB. La victoria se celebró en la grada y en el vestuario local como si de un título se tratara. Las enormes expectativas que había despertado el proyecto que la inmobiliaria Akasvayu está llevando a cabo en el baloncesto encontró una magnífica respuesta de público. El número de abonados del club gerundense se ha triplicado y la afición ha acudido a todos los actos que Akasvayu ha programado tan a lo grande como lo su presentación, apadrinada por los ex jugadores de la NBA, Hakeem Olajuwon y Craig Drexler.
La ilusión se mezcló con la tensión en el partido ante el Madrid. El público empujó a su equipo y en el pabellón se vivió un ambiente espectacular. Pero, por momentos, cuando el Madrid despegó en el marcador, se pudo palpar también cierto nerviosismo, cierto temor a que un proyecto de tanto vuelo empezara de mala manera. Podía llover sobre mojado porque la pretemporada no le fue bien al equipo gerundense: cinco derrotas y sólo tres victorias. La cosa acabó bien frente al Madrid, frente al campeón, y la fiesta fue completa.
La victoria supuso un alivio para un equipo que, por si fuera poco, visita el próximo miércoles la pista del subcampeón, el Tau. "No se le gana todos los días al Madrid", comentaba eufórico Raül López. "Después de una pretemporada que no nos ha ido muy bien, hemos visto que estamos en el camino correcto. Ahora debemos ser un poco más regulares, aunque con el apoyo de un público así, será más fácil", concluyó el ex base de la NBA.