Los cortes por el desfile militar y la lluvia colapsan el tráfico en la capital

Dos accidentes convirtieron la M-30 en una ratonera que atrapó a miles de conductores

Los preparativos en la plaza de Colón para el desfile militar de hoy y, en menor medida, la lluvia provocaron ayer una jornada de caos circulatorio en Madrid, agravada por el colapso de la vía de circunvalación M-30, donde dos accidentes dejaron largas hileras de coches en sentido norte, desde Pío XII hasta la autovía A-1 (Burgos), y, en sentido sur, desde O'Donnell al estadio Vicente Calderón. Para colmo, una máquina de las obras de la M-30 rompió una tubería de los pozos de drenaje del metro obligando a cerrar durante nueve horas la línea 10 entre Batán y Tribunal.

Cuando a las siete ...

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Los preparativos en la plaza de Colón para el desfile militar de hoy y, en menor medida, la lluvia provocaron ayer una jornada de caos circulatorio en Madrid, agravada por el colapso de la vía de circunvalación M-30, donde dos accidentes dejaron largas hileras de coches en sentido norte, desde Pío XII hasta la autovía A-1 (Burgos), y, en sentido sur, desde O'Donnell al estadio Vicente Calderón. Para colmo, una máquina de las obras de la M-30 rompió una tubería de los pozos de drenaje del metro obligando a cerrar durante nueve horas la línea 10 entre Batán y Tribunal.

Cuando a las siete de la mañana comenzó la hora punta, la capital ya sufría un importante atasco en la M-30. Allí se habían producido dos accidentes de tráfico que no causaron heridos, pero que provocaron importantes retenciones en la vía de circunvalación al ocupar cada uno un carril de la circulación hasta que, sobre las ocho de la mañana, los vehículos pudieron ser retirados.

"El primero [de los accidentes] se produjo en el kilómetro 1, en sentido sur, a la altura de la avenida de Pío XII", explicó Belén Martínez, portavoz del centro de pantallas de Tráfico del Ayuntamiento de Madrid.

Eso afectó a la autovía A-1, donde poco a poco fueron formándose retenciones, al nudo de Manoteras, y a la salida hacia el norte del paseo de la Castellana. Es decir, que el tráfico circulaba "mal", según la portavoz, también en la carretera de Colmenar Viejo y la avenida de la Ilustración, que van a desembocar a ese punto.

Pero el segundo accidente, que se produjo justo bajo el puente de la calle de O'Donnell, también colapsó la circulación en sentido sur, pues provocó retenciones en la vía de circunvalación M-30 hasta el nudo sur y, por el oeste, hasta la altura del estadio Vicente Calderón. "Este punto de la M-30 en O'Donnell es donde el tráfico es más habitual en la hora punta", explicó Martínez, que precisó que cuando fueron retirados los vehículos de la calzada, la situación de la circulación mejoró notablemente en toda la autovía de circunva-lación.

Problemas toda la mañana

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Sin embargo, la almendra central de la capital continuó con grandes dificultades hasta casi las dos de la tarde. Los cortes en la plaza de Colón -estaba cerrada la circulación por la calle de Génova desde la plaza de Alonso Martínez y no podía accederse desde Goya a esta vía- afectaron al tráfico durante prácticamente toda la mañana, especialmente al paseo de la Castellana, la calle de Goya, y el eje Prado-Recoletos, donde a mediodía todavía continuaba el tráfico lento de vehículos.

Los cortes en la plaza de Colón provocaron retenciones hacia el sur hasta la glorieta de Málaga, junto al nudo sur de la M-30. Es decir, que hubo tráfico lento de subida por la avenida de Córdoba, la glorieta de Legazpi, la subida de los paseos del Prado y de Recoletos hasta Colón.

Hacia el oeste, los embotellamientos se fueron extendiendo por los bulevares hasta Marqués de Urquijo y el paseo de Rosales. "Para evitar los bulevares, muchos conductores han estado utilizando como alternativa la Gran Vía y eso también ha complicado su circulación en los dos sentidos hasta cerca de las once de la mañana", precisó la portavoz del centro de pantallas.

La situación vivida en la capital llevó a la portavoz del grupo municipal socialista, Trinidad Jiménez, a denunciar la "improvisación y la falta de planificación" del alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, respecto a las obras de la M-30 y reclamó "medidas urgentes".

También Inés Sabanés, portavoz del grupo municipal de IU, criticó la situación provocada por las obras: "Cuando no es el aspecto desolador de las zonas sin árboles, son los ruidos, las excavaciones, los continuos y desesperantes atascos, que sumen de nuevo a Madrid en una situación insostenible".

Sin embargo, la concejal de Urbanismo, Pilar Martínez, se quejó en declaraciones a Europa Press del "oportunismo político" de Sabanés y afirmó que las manifestaciones de ésta son "una prueba más de la confrontación abierta por la oposición a una obra necesaria para la mejora" del tráfico.

Ante el desfile militar de hoy, el Ayuntamiento recomienda utilizar el transporte público, puesto que habrá cortes viarios hasta las tres de la tarde. Mientras, permanecerá cerrada la estación de metro de Colón.

Nueve horas sin metro

La línea 10 de metro estuvo ayer cerrada durante nueve horas, entre las estaciones de Batán y Tribunal, por la rotura de una de las tuberías que conducen el agua bombeada en los pozos de drenaje del metro hasta el colector del Manzanares.

Fuentes de la Concejalía de Urbanismo explicaron que sobre las ocho de la tarde del lunes una máquina de la empresa Dragados, que realiza el tramo de las obras de reforma de la M-30 a la altura de la calle de Virgen del Puerto, cerca de la estación de Príncipe Pío, pasó por encima de la zona por donde discurre la tubería, enterrada a unos cuatro metros de profundidad. La compañía constructora había sido advertida de que en la zona debía trabajar con cuidado, según Urbanismo.

La lluvia que cayó el lunes convirtió en barro la tierra y la movió, por lo que el operario que manejaba la máquina ni siquiera se percató del accidente. Tras su paso, una de las tres tuberías de metal que conduce el agua quedó seccionada en un lateral y el agua comenzó a manar, lo que causó una seria inundación en los túneles del suburbano, al atascar los desagües, que no fue detectada hasta la medianoche, según una portavoz de Metro. Durante la madrugada y parte de la mañana, el agua perdida fue bombeada y después fue instalada una nueva tubería. El tráfico ferroviario no fue restablecido hasta las 15.13.

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