McLaren tiembla

La situación es comprometida para la escudería McLaren, que a falta de dos carreras para la conclusión del Campeonato Mundial de F-1 pugna por el título de constructores con los dos bólidos de Renault. En la primera jornada del Gran Premio de Japón, el motor de Kimi Raikkonen sólo duró ocho vueltas. Ni siquiera pudo el finlandés concluir los primeros entrenamientos libres y ya había certificado que, yendo muy bien las cosas hoy en la cronometrada, saldría como mínimo en la undécima posición. A eso quedó condenado cuando su coche comenzó a echar humo e incluso hubo un atisbo de fuego en la part...

La situación es comprometida para la escudería McLaren, que a falta de dos carreras para la conclusión del Campeonato Mundial de F-1 pugna por el título de constructores con los dos bólidos de Renault. En la primera jornada del Gran Premio de Japón, el motor de Kimi Raikkonen sólo duró ocho vueltas. Ni siquiera pudo el finlandés concluir los primeros entrenamientos libres y ya había certificado que, yendo muy bien las cosas hoy en la cronometrada, saldría como mínimo en la undécima posición. A eso quedó condenado cuando su coche comenzó a echar humo e incluso hubo un atisbo de fuego en la parte trasera. Raikkonen se paró estupefacto, pero resignado. No era la primera vez que eso le ocurría esta temporada. Era la cuarta.

"Si Kimi hubiera roto el motor en carrera, nos habría ayudado más", ironizó Alonso

La situación favorece indudablemente los intereses de Fernando Alonso y de Renault, que ayer estuvieron lejos de los mejores tiempos, pero que se muestran confiados de cara a la cronometrada de hoy. "Es evidente que tener a Raikkonen por detrás nos ayudará en la primera parte de la carrera", reconoce el asturiano, que estrena en el circuito de Suzuka su flamante título de campeón mundial. "Sin embargo, eso mismo le ha ocurrido otras veces y siempre ha acabado en el podio. Así que si retrasa su primer repostaje y encuentra vía libre, se pondrá en las primeras posiciones y volverá a ser una amenaza. Pero si no logra salir del tráfico, puede resultar muy perjudicado".

La distancia entre las dos escuderías que luchan por el Mundial de constructores es sólo de dos puntos. Una ventaja irrisoria y que queda ya ahora muy comprometida. Los McLaren correrán con el miedo en el cuerpo, no sólo por ver relegado a su número uno, Raikkonen, sino porque los problemas de motor pesarán como una amenaza constante durante toda la carrera, ante la incuestionable fiabilidad de los Renault. "Obviamente, estoy muy decepcionado porque todo se produjo de forma muy prematura", concedió el finlandés. "Aún no sabemos las causas de la rotura del motor. Lo estamos investigando", agregó Norbert Haug, responsable de Mercedes, que no encuentra explicación a los múltiples problemas mecánicos que ha vivido la escudería McLaren esta temporada.

Para Raikkonen, el año ha sido como una pesadilla que aún no parece haber concluido. Aunque se perfilaba como el máximo aspirante a arrebatarle el título a Michael Schumacher, el finlandés comenzó mal la temporada, perjudicado por la lluvia en la cronometrada de la primera carrera, en Australia, al igual que Fernando Alonso, pero acabó octavo. Después, siguieron una serie interminable de problemas: rotura de la transmisión (San Marino) en la novena vuelta cuando lideraba ya cómodamente la carrera; rotura de la suspensión delantera en la última vuelta (Nurburgring), cuando era primero y le llevaba una ventaja notable a Alonso; dos roturas de motor consecutivas en los entrenamientos de los grandes premios de Francia y Gran Bretaña. Problema hidráulico y abandono en Alemania siendo líder destacado transcurridas 36 vueltas; y rotura de motor en los entrenamientos del sábado en Italia. A todo ello hay que sumar algunos errores personales, como el de Brasil en la cronometrada -se pasó de frenada en la primera curva- que le relegó a la quinta posición en la parrilla.

"Ha tenido problemas, es verdad, pero casi siempre en los entrenamientos. Si hubiera roto el motor en carrera, nos hubiera ayudado más", señaló con ironía Alonso. Las tres veces anteriores en que Raikkonen rompió el motor en los entrenamientos resultaron bastante productivas para el finlandés: acabó segundo en Francia, tercero en Silverstone y cuarto en Monza. "Aquí puede volver a hacer lo mismo. Pero por lo menos espero poder concluir por delante de él. Si acaba tercero, espero ser segundo", comentó el piloto español, como dando por supuesto que el McLaren de Montoya iba a liderar la carrera.

Sin embargo, las condiciones de carrera pueden verse notablemente modificadas si la lluvia aparece en la inicio de la carrera, prevista para la mañana del domingo, ocho hora española, en Suzuka, rompiendo las previsiones actuales. Ayer, faltaban 10 minutos para la conclusión de la segunda sesión cuando el agua comenzó a caer. Los equipos pararon y realizaron sus primeras pruebas en mojado. Fueron poco significativas. Pero los tiempos cayeron en picado. Un chubasco hoy en la cronometrada, tal como se prevé, podría abrir la puerta a algunos invitados inesperados como Michael Schumacher, que ayer colocó su Ferrari a un segundo (1m 31,716s) del Toyota de Zonta (1m 30,682s) y del McLaren de De la Rosa (1m 30,532s), que marcaron los mejores tiempos. Alonso se quedó en 1m 32,370s.