Un poco de surf

Con 24 años de vida a sus espaldas, el cuarteto de Brighton acudió una vez más a nuestro país, con el que ha emparentado merced a la discográfica granadina Wild Punk, que les ha editado su último disco, Surf, Drags and Rock'n'roll. Pura esencia de los Beach Boys y Jan & Dean, aunque pasada por el espíritu del punk, la banda de Chirs Pearce dio una buena exhibición de los motivos centrales del género. A saber: melodías de rock acelerado, letras hedonistas que le cantan al eterno juvenil con aroma de playa de California, coros preciosos e, incluso, temas instrumentales que pare...

Con 24 años de vida a sus espaldas, el cuarteto de Brighton acudió una vez más a nuestro país, con el que ha emparentado merced a la discográfica granadina Wild Punk, que les ha editado su último disco, Surf, Drags and Rock'n'roll. Pura esencia de los Beach Boys y Jan & Dean, aunque pasada por el espíritu del punk, la banda de Chirs Pearce dio una buena exhibición de los motivos centrales del género. A saber: melodías de rock acelerado, letras hedonistas que le cantan al eterno juvenil con aroma de playa de California, coros preciosos e, incluso, temas instrumentales que parecen dibujados por la sabia mano de Dick Dale. Así estuvieron excelentes en el tratamiento pop de Girl Trouble, el toque clásico de Bo Diddley woodie, el romanticismo californiano de Where the young men go to cry o el purismo de estilo en la recreación del clásico de Carmine Coppola The Godfather. Pese a que la sala no había registrado un lleno importante, el público gozó y bailó con aire retro y encantador que es tremendamente difícil encontrar ahora en otras claves de rock más actuales. Y es que el surf, merced al reconocimiento que ahora se le ha dado al genial Brian Wilson, vuelve a estar de moda.