La historia de un jubilado que se convirtió en artista

"Cuando me jubilaron me quería suicidar, pero una voz gloriosa me dijo: ¡No, hombre, no! Tú tienes alma de artista, vuélcate en eso y ya verás como serás feliz". Pues dicho y hecho. A sus 82 años, Eusebi Fernández recorre su reino, el barrio barcelonés de Gracia, y va pintando acuarelas aquí y allá que destilan un estilo naïf. Una selección de 40 de sus trabajos cuelga desde ayer en las paredes del centro cultural Ernest Lluch de San Sebastián.

La muestra empezó a gestarse, sin saberlo, hace dos años. El joven realizador guipuzcoano Iban del Campo era vecino de Eusebi y enseguida...

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"Cuando me jubilaron me quería suicidar, pero una voz gloriosa me dijo: ¡No, hombre, no! Tú tienes alma de artista, vuélcate en eso y ya verás como serás feliz". Pues dicho y hecho. A sus 82 años, Eusebi Fernández recorre su reino, el barrio barcelonés de Gracia, y va pintando acuarelas aquí y allá que destilan un estilo naïf. Una selección de 40 de sus trabajos cuelga desde ayer en las paredes del centro cultural Ernest Lluch de San Sebastián.

La muestra empezó a gestarse, sin saberlo, hace dos años. El joven realizador guipuzcoano Iban del Campo era vecino de Eusebi y enseguida sintió "curiosidad por conocer a aquel bohemio", un antiguo contable tocado por el Alzheimer. "Sentía ante él", según ha relatado, "algo parecido a la admiración y el respeto que en otras culturas se tiene a los más viejos de la tribu, a los sabios...". Hace dos años le propuso protagonizar un documental donde contara su historia y así nació Un tal Eusebi, una producción de media hora que se estrenó en Barcelona y que ha recabado varios premios en festivales nacionales e internacionales. El documental se proyectó el pasado marzo en la casa de cultura donostiarra de Larrotxene. Entre los espectadores estaba Mikel Iturria, el responsable del centro Ernest Lluch, quien no dudó en encargar una exposición.

Bajo el título Un tal Eusebi. L' artista pensionista, la muestra presenta una autobiografía pintada en acuarela y realizada de forma expresa para la ocasión. Completan la exposición varias decenas de obras más, que descansan en manos de amigos del artista, como el propio Del campo, comisario del proyecto. Y no faltan ejemplos de las reproducciones que la revista Rojo ha realizado de los trabajos de Eusebi. Unos trabajos que se han llegado a ver este año en la feria Arco y que se reparten por distintos países, pues su autor no pierde la ocasión de venderlos a oriundos y turistas extranjeros.

Los impulsores de la exposición, en la que también se pasa el documental, han visto en Eusebi a un hombre que se ha reinventado tras la jubilación, a un autodidacta que no viene a San Sebastián por su enfermedad, pero cuyas creaciones se podrán ver hasta el 22 de octubre.

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