FÚTBOL | Primera jornada de la Liga de Campeones

Messi vuelve a pisar el césped y deja su huella

La UEFA autorizó al Barcelona la alineación de Lionel Messi en la Liga de Campeones y Frank Rijkaard lo tuvo muy claro: le dio plaza entre los suplentes, relegando a Silvinho a ver el debut europeo desde la tribuna, y a los 65 minutos de partido, le mandó al campo, como sustituto de Giuly.

"Tenía ganas, pero he salido tranquilo con la intención de hacerlo lo mejor posible". Difícil hacerlo mejor. Pegado a la banda derecha, el argentino tocó la primera pelota orientado el control sobre su izquierda y encaró portería mientras el lateral del Werder Bremen aún giraba sobre su cintura. Puro ...

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La UEFA autorizó al Barcelona la alineación de Lionel Messi en la Liga de Campeones y Frank Rijkaard lo tuvo muy claro: le dio plaza entre los suplentes, relegando a Silvinho a ver el debut europeo desde la tribuna, y a los 65 minutos de partido, le mandó al campo, como sustituto de Giuly.

"Tenía ganas, pero he salido tranquilo con la intención de hacerlo lo mejor posible". Difícil hacerlo mejor. Pegado a la banda derecha, el argentino tocó la primera pelota orientado el control sobre su izquierda y encaró portería mientras el lateral del Werder Bremen aún giraba sobre su cintura. Puro descaro, disparó a puerta, pero le pegó mal. Tres minutos después, le encontró Ronaldinho. Messi volvió a dejar clavado a Shultz y buscó la pared con el brasileño pero la idea no cuajó.

En su tercera aparición ni siquiera tocó el balón: se lanzó en diagonal sobre el área alemana, ofreciéndose al pase interior de Ronaldinho, que le vio y le mandó el balón al pelo para que encarara a Reinke, el portero alemán. Schulz, el lateral, desesperado por verle otra vez la espalda antes que la cara, le agarró cuando ya pisaba área. Penalti. Ronaldinho lo tiró, marcó y sentenció la victoria del Barça. Rijkaard le reconoció su decisiva aportación en el resultado: "Messi ha sido importante para nosotros", declaró.

Dos toques, dos regates y un desmarque le bastaron anoche a Lionel Messi para dejar su tarjeta de visita en la Liga de Campeones, allí donde brillan los mejores, competición en la que debutó la pasada temporada, en el campo del Shakhtar Donetsk ucraniano.

Las circunstancias que le rodean son ahora bien distintas. "No hay dia que no se escriba de él, pero está claro que no le afecta tanta presión", aseguró Rijkaard tras el partido. No miente. Messi soporta un veto legal que le niega la posibilidad de ser utilizado en la Liga con sorprendente madurez, impropia de sus 18 años de edad. "Claro que tengo ganas de que se solucione el problema y me dejen jugar en Liga, pero estoy tranquilo. No puedo hacer otra cosa que entrenarme y tener paciencia", confesó Messi antes de abandonar el estadio del Werder Bremen, donde ayer dejó huella.

La solución a sus problemas legales podría llegar el viernes de la próxima semana, tras la reunión a la que asistirán representantes del CSD, la FEF, la LFP y la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE).

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