VISTO / OÍDO

Nosotros

La temporada está comenzando: los teatros arrancan en Madrid, y el cine y el libro en toda España. Voy, escucho, miro, reconozco, rechazo, admiro; me gusta algo, me aburro mucho, trabajo desde la butaca para ayudar al actor-actriz que no encuentra el tono. Tiendo a creer que todo vale: hacer arte, en España, es llorar, como adelantaba Larra, que se pegó un tiro porque la chica que se le fue suponía para él la creencia de que se le iba todo: somos así. Su pérdida fue la de la sociedad de su tiempo: él era uno de los pocos que hablaba de nosotros; de los que existían y de los que vendríamos y no...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

La temporada está comenzando: los teatros arrancan en Madrid, y el cine y el libro en toda España. Voy, escucho, miro, reconozco, rechazo, admiro; me gusta algo, me aburro mucho, trabajo desde la butaca para ayudar al actor-actriz que no encuentra el tono. Tiendo a creer que todo vale: hacer arte, en España, es llorar, como adelantaba Larra, que se pegó un tiro porque la chica que se le fue suponía para él la creencia de que se le iba todo: somos así. Su pérdida fue la de la sociedad de su tiempo: él era uno de los pocos que hablaba de nosotros; de los que existían y de los que vendríamos y nos iríamos de este solar patrio (no dejar pasar la vieja expresión: puede aplicarse a estatutos, declaraciones, constituciones. Copio de un ejemplar de Nueva Rioja (1939): "La Victoria dada por Dios y alcanzada por nuestro invicto Caudillo, el Generalísimo Franco, ilumina el solar patrio y llena de alegría nuestros corazones". ¡Qué fácil nos era escribir entonces!).

Encuentro hoy que se habla poco de nosotros; o se sublima nuestra realidad. Leyendo los programas, donde tanto gusta a autores y directores explicar lo que sólo debía tener explicación en la obra, una manera de hablar de lo nuestro por vía metafísica: las transmisiones de dolores de generación en generación, el misterio verde y acuoso de los vascos de Obaba, el grito dolorido y genial de Camarón, que es el de todo un pueblo castigado...

Hablo de buen arte, incluso de gran arte. Pero me gustaría que hablaran un poco de mí, o sea de nuestra sociedad. Es difícil: la liberación de las artes de expresión que luchaban contra la censura se ha convertido en un riesgo de producción, y su carestía, en la esperanza que puedan tener en los funcionarios ministeriales, autonómicos, municipales, de cajas y bancos, de fundaciones o de mecenas para "ayudar" a la obra.

Y las posibilidades de ir a concursos, presentar libros, formar una compañía, a veces ni se las formula el autor: pero pesan. Los alemanes pueden hacer una película sobre el fin de Hitler, una gran película. Pero ¿haría alguien aquí una película sobre los últimos días de Franco?

Archivado En