Reportaje:

La 'nueva' España espanta la crisis

Pese a la escasez de jugadores, la selección de voleibol juega ante Rusia una semifinal europea

España juega hoy en Roma ante Rusia una de las semifinales del Campeonato de Europa de voleibol masculino. Si alguien lo hubiera pronosticado hace unos meses, incluso años, desde que la selección bajó su gran rendimiento de los 90, difícilmente se le habría hecho caso. España no logró clasificarse para los Juegos Olímpicos de Atenas el pasado año y tocó el fondo que cabía esperar ante la escasez de cantera existente para poder atender los muchos frentes competitivos que el voleibol -el deporte más ambicioso en sus calendarios- requiere.

Pero el equipo que tampoco logró el pasaporte para...

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España juega hoy en Roma ante Rusia una de las semifinales del Campeonato de Europa de voleibol masculino. Si alguien lo hubiera pronosticado hace unos meses, incluso años, desde que la selección bajó su gran rendimiento de los 90, difícilmente se le habría hecho caso. España no logró clasificarse para los Juegos Olímpicos de Atenas el pasado año y tocó el fondo que cabía esperar ante la escasez de cantera existente para poder atender los muchos frentes competitivos que el voleibol -el deporte más ambicioso en sus calendarios- requiere.

Pero el equipo que tampoco logró el pasaporte para el Mundial de 2006 en Japón y que fue eliminado por la misma Rusia en la Final a Cuatro de la Liga Europea a finales de julio, ha hecho historia ahora al conseguir la mejor clasificación de siempre -un cuarto puesto ya como mínimo, que dobla el octavo del Europeo de Berlín en 2003- además de garantizarse la presencia directa en el próximo torneo continental de 2007, en Rusia.

¿Qué ha cambiado en apenas un mes? En este caso, muy al estilo del fútbol, sólo el entrenador, aunque el tema de fondo, la falta de relevo, continúa. Se necesitaba un revulsivo y Paco Hervás fue destituido. Óscar Novillo tomó el mando a tres semanas del compromiso y prácticamente con los mismos jugadores, que también habían pedido el cambio, el éxito ha llegado. La nueva disposición ha surtido efecto, porque en la élite las diferencias no son tan grandes y España sigue en ella, aunque siempre apurada, renqueante. Simplemente la mayor aplicación de los jugadores en este caso puntual, ya al límite de la caída, han logrado sacar al grupo del pozo.

El miércoles, en el último partido ganado por 3-1 a Holanda,que supuso su pase a semifinales -al perder después la República Checa con Grecia y Francia con Serbia-, Rafa Pascual, a sus 35 años, alcanzó su partido 500 con la selección. Sólo Manel Estiarte, la otra gran estrella en el waterpolo, ha sumado más partidos como internacional, 578, en los deportes de equipo españoles. Es también sintomático que, con su vuelta, junto a otro veterano, Miguel Ángel Falasca, de 32 años, ausentes en la última etapa de Hervás, el equipo haya logrado el éxito. Savia vieja para cimentar un nuevo proyecto, algo que no parece tener demasiado futuro.

El propio Pascual sigue declarando, como hace años, que el único culpable no era Hervás, sino un proyecto sin renovación. El problema sigue y esta actuación debe servir para asentar los planes en adelante, porque es tan buena como engañosa. Hasta Novillo, que lleva camino de ser al voleibol lo que Juan Carlos Pastor al balonmano, ha reconocido la crisis por falta de jugadores y de calidad. "Hemos puesto a la selección por encima de la realidad. Esto es para disfrutar, pero después hay que analizar profundamente el lugar donde estamos y qué es verdaderamente lo que hay detrás".

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