La España menos goleadora en 25 años

La guerra de los Balcanes hizo que la sucesión generacional del fútbol serbio se alargara penosamente. El equipo eslavo que visita mañana el estadio Calderón es una sombra de lo que fue. Pero, en cualquier caso, sus números son mejores que los del español: es el líder del Grupo 7 europeo en la fase clasificatoria para el Mundial con 13 puntos, 12 goles a favor y ninguno en contra.

Esto significa que Serbia se ha defendido mejor que España y ha marcado dos goles más. Y que mañana, si no quiere ver amenazada su plaza, España deberá invertir la estadística. Segunda, con 11 puntos, recibe a...

La guerra de los Balcanes hizo que la sucesión generacional del fútbol serbio se alargara penosamente. El equipo eslavo que visita mañana el estadio Calderón es una sombra de lo que fue. Pero, en cualquier caso, sus números son mejores que los del español: es el líder del Grupo 7 europeo en la fase clasificatoria para el Mundial con 13 puntos, 12 goles a favor y ninguno en contra.

Esto significa que Serbia se ha defendido mejor que España y ha marcado dos goles más. Y que mañana, si no quiere ver amenazada su plaza, España deberá invertir la estadística. Segunda, con 11 puntos, recibe a Serbia obligada a meter goles y esto es algo que la selección de Luis Aragonés consigue en menos ocasiones que ninguna otra en los últimos 25 años.

Al técnico se le ve taciturno, víctima de lo que llama "ansiedad por anticipación"

Con Luis en el banquillo, el conjunto español ha metido 22 goles en 13 partidos. Es la peor renta desde que lo dirigía José Emilio Santamaría. En los primeros 13 partidos de Santamaría, eso sí, con una gira premundialista por América, España sólo marcó 13 goles. Pero, en su descargo, obran los rivales con los que se enfrentó aquella selección: el Brasil de Falção, Zico y Sócrates, la Francia de Tigana, la Hungría que goleó a El Salvador de Mágico González (10-1) en la fase final del Mundial de 1982, la Polonia de Lato y Boniek, que quedó tercera en el torneo, Portugal, México, Chile, Austria y Venezuela.

El equipo actual ha engordado su marcador ante adversarios como Canadá, Bosnia, Lituania, China o San Marino.

"Nuestro problema", dijo Salgado tras el partido contra Canadá, "es que nos cuesta meter goles". El lateral madridista, al que no se podría señalar como inexperto, es una de las voces más autorizadas del vestuario. Otro que va camino de ser un líder, Xavi, apuntó lo mismo: "Nos falta llegar más a gol. Y no sólo a los delanteros. Estoy hablando de los centrocampistas, como yo".

Xavi, cauto, no quiere hurgar en ninguna herida. Pero las cifras hablan. A España le falta un goleador. Sus artilleros más efectivos en los últimos 13 partidos han sido Raúl y Tamudo. Entre los dos han firmado seis goles. Tres menos que Míchel en los 13 primeros partidos que dirigió Luis Suárez. Unos menos que Julio Salinas en los trece primeros de Javier Clemente. Cinco menos que Raúl, que sumó 11, en los trece primeros de José Antonio Camacho antes de la Eurocopa de 2000. Y uno menos que Raúl, otra vez, en el arranque del ciclo de Iñaki Sáez. Con Sáez, Raúl totalizó siete tantos frente a Grecia, Alemania y Ucrania. Con Luis, ha conseguido tres frente a San Marino, Bélgica y Escocia. Se trata de la peor marca del capitán desde que llegó a la selección con Clemente.

La falta de acierto inquieta a Luis y a más de uno de sus jugadores. Al entrenador se le ve taciturno, caminando por los ángulos de la Ciudad del Fútbol con la mirada esquiva, víctima de eso que él mismo denomina "ansiedad por anticipación".

Luis se anticipa al partido de Serbia y ve disparos a puerta. Ve eso y la ansiedad lo domina cuando imagina que los tiros no tocan la red. A Serbia, que no se ha dejado meter ningún gol, se la prefigura protegida tras la zaga de Vidic, Gavrancic y Krstajic. Tres centrales que se agigantan en el recuerdo de la ida: 0-0 en Belgrado.

Para evitar el mismo resultado, el técnico ha sentado a Torres y ha decidido que Morientes y Raúl sean mañana los delanteros titulares. En el entrenamiento de ayer insistió en los ejercicios con remates a puerta.

Casillas reflejó esta preocupación: "El empate no sirve de nada. Hay que salir al ataque. Será complicado. Cuando un equipo, después de siete partidos, no ha recibido ningún gol es por algo. Nos preocupa, pero no tenemos que volvernos locos porque oportunidades habrá tres o cuatro claras. Esperemos tener fortuna".