Juanfran rompe moldes

Algo interesante debieron de observar en Juanfran los responsables del Ajax cuando su equipo se enfrentó al Celta en la Liga de Campeones, a finales de 2003. Lastrado por sus limitaciones como interior izquierdo, el puesto en el que disputó los dos partidos, el lateral valenciano vivió dos noches grises, aunque dejó los suficientes detalles para, casi dos años después, suscitar el interés del club de Amsterdam por rescatarlo de su purgatorio turco en el Besiktas. El Ajax, inagotable factoría europea de canteranos durante tantos decenios, consagra con la llegada del ex céltico, el primer españo...

Algo interesante debieron de observar en Juanfran los responsables del Ajax cuando su equipo se enfrentó al Celta en la Liga de Campeones, a finales de 2003. Lastrado por sus limitaciones como interior izquierdo, el puesto en el que disputó los dos partidos, el lateral valenciano vivió dos noches grises, aunque dejó los suficientes detalles para, casi dos años después, suscitar el interés del club de Amsterdam por rescatarlo de su purgatorio turco en el Besiktas. El Ajax, inagotable factoría europea de canteranos durante tantos decenios, consagra con la llegada del ex céltico, el primer español que milita en su filas, una nueva política globalizadora que busca en el resto de Europa lo que comienza a escasear en sus viveros futbolísticos tradicionales.

El Besiktas se tornó un purgatorio turco para él tras la destitución de Del Bosque

Por primera vez en mucho tiempo, el llanto no ha acompañado un cambio de destino de Juanfran. Lloró cuando el Valencia le invitó a aceptar la oferta del Celta, lo que enrareció la recepción que le brindó la afición viguesa. Entre sollozos, lamentó el descenso del equipo de Balaídos. Y, sin tiempo para secarse las lágrimas, ya había hecho las maletas para acompañar a Vicente del Bosque en la aventura del Besiktas, en el que también se convirtió en un pionero. Pero en Estambul las cosas no le fueron mucho mejor que al ex entrenador del Madrid: las lesiones y la permuta del técnico le condenaron a un segundo plano en el que, inquieto como es, nunca se sintió a gusto. Así que Juanfran, de emociones transparentes, paseó por Amsterdam su mejor sonrisa tras aterrizar en la ciudad holandesa para concretar su variante de rumbo.

Su cesión con opción de compra se materializó después de que Juanfran, de 29 años, se dejase querer en Vigo, donde conserva negocios y amistades. Durante este verano ha sido habitual verlo en los campos de entrenamiento del Celta para saludar a sus ex compañeros y hasta vestido de corto para mantener el tono físico. Pero el club gallego consideró inconveniente el efecto mediático de la recuperación de uno de los jugadores que, a ojos de la afición, huyeron tras el descenso de categoría. Se frustró el deseo de Juanfran y la posibilidad para el programa de la televisión autonómica Supermartes, uno de los de mayor audiencia en la comunidad, de recuperar a un colaborador habitual en el manejo del karaoke, la gran pasión del valenciano.

Cuando el Celta de Juanfran se enfrentó a él -perdió en Amsterdam y se impuso en Vigo-, Ronald Koeman era el entrenador y Van Gaal el director técnico del Ajax. En este tiempo, uno y otro han dimitido, pero no son ésos los únicos cambios experimentados por el cuatro veces campeón de Europa, que parece abocado a un ciclo de rango inferior a su historial.

La cantera ya no es la prioridad, lo que abre una alternativa al fútbol inglés como destino para los españoles. Eso sí, en el Ajax deberá Juanfran renunciar a su habitual dorsal, el 14, que, por muchas cosas que cambien en el Amsterdam Arena, siempre conservará un significado muy especial, el del mítico Johan Cruyff.