España bate el récord de turistas tras dos años de estancamiento
La cifra de visitantes extranjeros hasta julio supera los 31 millones
La crisis del turismo que ha acechado a España en las dos últimas temporadas parece llegar a su fin. En los primeros siete meses de este año se han registrado 31,5 millones de turistas extranjeros, una cifra récord que supera en un 6,1% el mismo periodo del ejercicio anterior, según los datos que dio a conocer ayer el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio. Este ritmo de crecimiento no se registraba desde 1999.
El Reino Unido aporta el mayor contingente en cifras absolutas, aunque los franceses son el grupo que más crece. Los destinos preferidos siguen siendo Cataluña y Baleares....
La crisis del turismo que ha acechado a España en las dos últimas temporadas parece llegar a su fin. En los primeros siete meses de este año se han registrado 31,5 millones de turistas extranjeros, una cifra récord que supera en un 6,1% el mismo periodo del ejercicio anterior, según los datos que dio a conocer ayer el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio. Este ritmo de crecimiento no se registraba desde 1999.
El Reino Unido aporta el mayor contingente en cifras absolutas, aunque los franceses son el grupo que más crece. Los destinos preferidos siguen siendo Cataluña y Baleares.
El secretario de Estado de Turismo y Comercio, Pedro Mejía, que presentó los datos, considera que el incremento de entradas también se refleja en los ingresos, que suben "razonablemente" a un ritmo del 3%. Para Mejía, esta cifra desmiente la tesis de que los turistas cada vez gastan menos.
Lo que sí está cambiando es el perfil del visitante que llega a España: se contratan cada vez menos paquetes completos y los vuelos de bajo coste están imponiéndose.
Turismo confía en que se mantenga esta tendencia a medio plazo. El Banco de España, sin embargo, constata una persistente merma de los ingresos: de enero a mayo (último mes del que se dispone de datos) cayeron un 1,6%. El secretario de Estado de Turismo justificó esta discrepancia por "diferencias metodológicas" en el tratamiento de datos.