Reportaje:

La encrucijada de Messi

El delantero zurdo, que debe ganarse una plaza en el Barça para disputar el Mundial, se estrena con Argentina frente a Hungría

En Argentina nadie duda de que el único dios es Diego Armando Maradona. Desde la retirada del Pelusa, se han señalado varios sucesores: Aimar, Tévez, D'Alessandro, Riquelme, Saviola... Ahora es Lionel Messi (Santa Fe, 1987), que hoy, a sus 18 años, puede debutar con la selección absoluta en Budapest, contra Hungría, el mismo rival contra el que se estrenó Maradona, a los 17 años, en Buenos Aires. Un estornudo suyo todavía no paraliza Argentina como ocurre con el 10, pero, si sigue así, Messi podría conseguirlo. En Rosario, donde no puede dar un paseo porque todos los vecin...

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En Argentina nadie duda de que el único dios es Diego Armando Maradona. Desde la retirada del Pelusa, se han señalado varios sucesores: Aimar, Tévez, D'Alessandro, Riquelme, Saviola... Ahora es Lionel Messi (Santa Fe, 1987), que hoy, a sus 18 años, puede debutar con la selección absoluta en Budapest, contra Hungría, el mismo rival contra el que se estrenó Maradona, a los 17 años, en Buenos Aires. Un estornudo suyo todavía no paraliza Argentina como ocurre con el 10, pero, si sigue así, Messi podría conseguirlo. En Rosario, donde no puede dar un paseo porque todos los vecinos le paran, se fue de su casa a la de su tía para que no le molestaran. Quizás no será el sucesor de Maradona, pero sí puede ser el nuevo icono. Messi, sin embargo, está en una encrucijada. O, por el momento, ante un reto difícil de superar.

Todo lo que Messi ha demostrado ha sido con la camiseta albiceleste. Fue en el reciente Mundial sub 20 de Holanda en el que se proclamó, además de campeón, el mejor jugador y el máximo goleador. Maradona, en 1979 y con 19 años, también conquistó el Mundial sub 20 de Japón. Pero Messi no tiene en el Barça plaza reservada, lo que Argentina teme doblemente. Primero, porque Saviola y Riquelme no encontraron sitio como azulgrana. Segundo, porque seguramente José Pekerman, el seleccionador, no le convocará para el Mundial de Alemania 2006 si no es titular en el Camp Nou.

Argentina no quiere volver a oír esa frase con voz ronca pronunciada por César Luis Menotti antes del Mundial del 78: "Quedan desafectados de la lista Bravo, Bottaniz y Maradona". Messi es precavido: "Sueño con el Mundial, pero no tengo prisa". Y Pekerman resta trascendencia y presión a su debú: "No habría que demorar su estreno. Eso no va a asegurar nada. No lo vamos a llamar para ser el salvador, sino para que empiece a hacer un camino que será muy bueno".

Grandes jugadores argentinos han caído en los banquillos europeos. No es el mismo fútbol, pero Messi, que sería titular en cualquier equipo de su país, tiene la ventaja de dar sus primeros pasos en la Liga. Será complicado. Aunque Frank Rijkaard ha prescindido de Saviola para dar cabida a Messi, un elenco de delanteros al frente de Ronaldinho le cierran, a priori, las puertas. Ante Hungría, tiene una oportunidad más de demostrar que su regate en corto, su facilidad para asistir a sus compañeros y marcar, no son sólo para Argentina, sino también para el Barça. "Ahora que estamos acá, quiero jugar un ratito, aunque sea un minuto", esgrime Messi. De hacerlo, seguirá los pasos de Maradona. Le faltará triunfar en el Barça.

Messi, en el aeropuerto de Barcelona tras ganar el Mundial sub 20.EFE

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