Crítica:FLAMENCO | CULTURA Y ESPECTÁCULOS

Ligar el cante

Está mejor que nunca. Pansequito, a sus 58 años, parece no acusar el paso del tiempo. Lanza toda la voz al cantar, y toda la voz de Pansequito es mucha voz para cualquier cantaor. Y lo que es más importante: liga los cantes como nadie, en largas tiradas que parece no va a poder mantener, pero las mantiene con éxito. Dos o tres tercios bien ligados es cosa frecuente en Pansequito, verdadero maestro en ello.

Hizo seis cantes -alegrías, soleares, tarantos, bulerías, fandangos, tientos-, pero en larguísimas secuencias. En todos puso el cantaor su personalidad, que le hace distinguirse de lo...

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Está mejor que nunca. Pansequito, a sus 58 años, parece no acusar el paso del tiempo. Lanza toda la voz al cantar, y toda la voz de Pansequito es mucha voz para cualquier cantaor. Y lo que es más importante: liga los cantes como nadie, en largas tiradas que parece no va a poder mantener, pero las mantiene con éxito. Dos o tres tercios bien ligados es cosa frecuente en Pansequito, verdadero maestro en ello.

Hizo seis cantes -alegrías, soleares, tarantos, bulerías, fandangos, tientos-, pero en larguísimas secuencias. En todos puso el cantaor su personalidad, que le hace distinguirse de los demás cantaores. Él es gaditano, y hace los cantes de su tierra con una propiedad impresionante. Son letras que hemos oído mil veces, pero cuando él las dice parecen tener algo nuevo y distinto. Las soleares, perfectas, y los tarantos, de verdad, que nos llegaron al alma. Las bulerías son el palo predilecto del cantaor, quien afirma que es lo más difícil de cantar de todo el flamenco; obviamente, en ellas se volcó.

Pansequito y El Bola

Guitarra en concierto: Agustín Carbonell, El Bola. Percusión: José Soto. Cante: Pansequito. Toque: Diego Amaya. Jardines de Sabatini. Madrid, 11 de agosto.

El Bola tocó en Madrid después de muchos años de ausencia. Tocó de manera un tanto convencional, poniendo mucho rever en su guitarra, pero gustó al respetable, que lo aplaudió. Por tarantas, por rondeñas, por granaínas, tuvo El Bola las mejores oportunidades de demostrar sus habilidades.

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