La paradoja de Calderón

La llegada de José Manuel Calderón a la NBA será tan paradójica como lo ha sido su carrera en el baloncesto. A sus 23 años, Calderón ha decidido que es el momento para dar el salto. Hace tres años se apuntó al draft para sondear sus posibilidades pero se retiró en última instancia. Hace dos, en el draft que coronó a LeBron James, no fue seleccionado por ningún equipo. Pero si un rasgo le caracteriza, tanto en su vida como en su estilo de juego en la cancha, es su tenacidad, su capacidad para no darse por vencido.

"La NBA no me quita el sueño", decía hace apenas unos meses....

La llegada de José Manuel Calderón a la NBA será tan paradójica como lo ha sido su carrera en el baloncesto. A sus 23 años, Calderón ha decidido que es el momento para dar el salto. Hace tres años se apuntó al draft para sondear sus posibilidades pero se retiró en última instancia. Hace dos, en el draft que coronó a LeBron James, no fue seleccionado por ningún equipo. Pero si un rasgo le caracteriza, tanto en su vida como en su estilo de juego en la cancha, es su tenacidad, su capacidad para no darse por vencido.

"La NBA no me quita el sueño", decía hace apenas unos meses. Y era cierto. Y es cierto. Otra cosa es que carezca de ambición. No es el caso. Todo lo contrario. Su juego ha madurado, dirige mucho mejor -eso y el tiro exterior son las facetas que se le han reprochado- y se ha forjado definitivamente como jugador de élite a las órdenes de Dusko Ivanovic. Los equipos de la NBA que no le elegieron en el draft de 2003 se disputan ahora sus servicios. Los Raptors de Toronto parecen tener más opciones, aunque los Bucks de Milwaukee y los Hawks de Atlanta están también entre los más interesados. "Ha llegado el momento de arriesgar. Es el momento de ir allí", afirma con convencimiento Calderón.

Su carrera ha sido jalonada por algunos contratiempos que hubieran podido desmoralizar al más pintado. El más trascendente fue el que le impidió disputar el Mundial junior, aquél que se disputó en 1999 en Lisboa y en el que saltaron a la fama Gasol, Navarro, Raúl López y compañia. Él formaba parte de aquella selección pero se lesionó.

Nacido en Villanueva de la Serena (Badajoz), su carrera parecía predestinada por el Tau de Vitoria. El pabellón de su pueblo se inauguró en 1985 y en él ganó su primer título nacional el equipo vitoriano, la Copa de la Asociación. Calderón tenía sólo tres años y medio pero su padre, jugador del equipo del pueblo, lo llevó a ver el partido. "No me acuerdo de nada", dice, "pero guardo con cariño una foto junto a los dos americanos del Baskonia, Essie Hollis y Terry White, y también Josean Querejeta". Éste último es el mismo que ahora, como presidente del Tau, ha intentado evitar la marcha de Calderón. Pero el base está ya decidido, a pesar de que para desligarse del Tau tendrá que pagar dos millones de euros.

Calderón empezó a jugar en el Doncel la Serena y en la selección extremeña. Cuando tenía 13 años le llamaron desde el Baskonia, pasó una prueba y decidió trasladarse a Vitoria donde pasó por todas las categorías inferiores antes de ser cedido al Lucentum Alicante y al Fuenlabrada. Regresó al Tau, ya al primer equipo, donde ha ofrecido un excepcional rendimiento durante tres últimas temporadas.

Su llegada a la selección española absoluta tuvo su intríngulis. Se produjo en 2002. Estuvo concentrado a las órdenes de Javier Imbroda pero fue uno de los dos descartados en la lista definitiva para el Mundial. Sin embargo, cuatro días después, Raúl López sufrió una grave lesión durante un partido amistoso y Calderón volvió a ser llamado.

Fran Vázquez se va a Orlando, Macijauskas a New Orleans, Nocioni ya ha jugado esta temporada en Chicago... La NBA ha echado sus redes en Europa y en la ACB. Es la hora de Calderón. Ya lo dijo su ex entrenador en el Fuenlabrada Óscar Quintana: "Bota, pasa, tiene tiro, defiende e incluso colabora en el rebote. Es un jugador NBA".