Los 'sanfermines' globalizados de Mario Vargas Llosa

"Las 48 horas que llevo en Pamplona parecen muchos días y semanas por la intensidad con la que he vivido", explicaba el escritor Mario Vargas Llosa, embargado por las fiestas de San Fermín y todo lo que representan. El peruano llegó a la capital navarra el pasado miércoles para recibir el título honorífico de Bodeguero Mayor del Reyno de Navarra y desde entonces no ha tenido tiempo para descansar debido al frenético ritmo de las fiestas y a los compromisos adquiridos. "En este momento de la historia del mundo, las fiestas de San Fermín demuestran qué equivocados están quienes rechazan l...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

"Las 48 horas que llevo en Pamplona parecen muchos días y semanas por la intensidad con la que he vivido", explicaba el escritor Mario Vargas Llosa, embargado por las fiestas de San Fermín y todo lo que representan. El peruano llegó a la capital navarra el pasado miércoles para recibir el título honorífico de Bodeguero Mayor del Reyno de Navarra y desde entonces no ha tenido tiempo para descansar debido al frenético ritmo de las fiestas y a los compromisos adquiridos. "En este momento de la historia del mundo, las fiestas de San Fermín demuestran qué equivocados están quienes rechazan la globalización", explicó. "San Fermín demuestra que las tradiciones locales no sólo no se han empobrecido, sino que se han enriquecido. Son un magnífico ejemplo de la cara que tenemos que poner ante este mundo nuevo, abierto, sin fronteras", añadió el escritor. El galardón con el que fue obsequiado es de origen medieval, pero se recuperó hace cinco años en la Comunidad Foral para premiar a personajes comprometidos con el mundo del vino y sus valores. Vargas Llosa bromeó con la "responsabilidad" que supone el título, entregado por el presidente Miguel Sanz, y se retrotrajo tres décadas para recordar sus últimos sanfermines. Tampoco quiso perder la oportunidad de agradecer "la hospitalidad y generosidad de los navarros", que le han hecho integrarse totalmente en el programa festivo. Antes de recibir el catavinos de oro que va asociado al galardón, el narrador ha podido disfrutar de los encierros, el apartado taurino, la procesión y, cómo no, la gastronomía y los caldos de la región. "Es uno de los actos de participación popular más extraordinario que me ha tocado conocer", declaró. Eso sí, pese a que para muchos son días de exceso, Vargas Llosa se mostró bastante más comedido y discreto que su compañero de armas literarias Ernest Hemingway, gracias a quien las fiestas de San Fermín se han convertido en unas celebraciones globalizadas.-

El presidente navarro Miguel Sanz le impone el catavinos a Mario Vargas Llosa.EFE

Archivado En