FÚTBOL | Mundial sub 20

Holanda, el anfitrión, cae ante Nigeria tras 24 penaltis

Casi tres horas después de comenzado el partido, John falló el penalti decisivo. Era el duodécimo. En uno de los hoteles donde la FIFA tiene instaladas sus oficinas, un numeroso grupo de holandeses tiraba los periódicos al suelo, exclamaba interjecciones de fastidio y apagaba la tele. Holanda, la anfitriona, estaba eliminada. El equipo dirigido por Foppe De Haan había hecho el mejor fútbol del torneo, decían los suyos. Los estadios por donde pasaba estaban llenos. Había marcado nueve goles en sus cuatro partidos anteriores. Pero John no fue capaz de marcar por segunda vez su penalti (al haber ...

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Casi tres horas después de comenzado el partido, John falló el penalti decisivo. Era el duodécimo. En uno de los hoteles donde la FIFA tiene instaladas sus oficinas, un numeroso grupo de holandeses tiraba los periódicos al suelo, exclamaba interjecciones de fastidio y apagaba la tele. Holanda, la anfitriona, estaba eliminada. El equipo dirigido por Foppe De Haan había hecho el mejor fútbol del torneo, decían los suyos. Los estadios por donde pasaba estaban llenos. Había marcado nueve goles en sus cuatro partidos anteriores. Pero John no fue capaz de marcar por segunda vez su penalti (al haber lanzado ya todos los jugadores posibles tuvieron que iniciar otra ronda y repetir). Antes, Taye Taiwo sí había acertado con el suyo. El resultado de la tanda fue de 10-9, antes el encuentro había concluido con empate a un gol.

Así, uno de los finalistas del campeonato saldrá del Nigeria- Marruecos. El conjunto magrebí nunca ha alcanzado las semifinales de un torneo de esta importancia, aunque el goleador español Fernando Llorente ya avisó: "Son bastante buenos". Bastantes de sus jugadores, por ejemplo, ya han debutado en la Primera División francesa, como el defensa Kantari en el Paris Saint Germain.

El prólogo al encuentro de España tuvo una singular puesta en escena. Los dos equipos formaron en línea de cara a la grada y un miembro de la FIFA iba pasando alternativamente un micrófono a los capitanes de los dos equipos, Robusté por España y Pablo Zabaleta por Argentina. Con el estadio en pie, los dos jugadores se iban pasando un folio y cada uno leía una breve sentencia para condenar el racismo. Poco después, tras los himnos, un grupo de hinchas españoles se empezó a hacer notar contando aquello tan socorrido de "a la bin, a la bam, España y nadie más". Cerca de 70 personas animaron a la selección española en el estadio del Twente, a casi 200 kilómetros de Ámsterdam y pegado a la frontera holandesa con Alemania.

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