Reportaje:

La FIA acorrala a las escuderías

Los siete equipos que se retiraron en Indianápolis son acusados de cinco infracciones graves

El críptico lenguaje que utiliza en sus comunicados la Federación Internacional de Automovilismo (FIA) no basta para disfrazar la realidad: las siete escuderías -Renault, cuyo director deportivo es Flavio Briatore; McLaren, Toyota, Williams-BMW, BAR-Honda, Sauber y Red Bull- que no compitieron en el Gran Premio de Estados Unidos, el pasado fin de semana en Indianápolis, e enfrentan a cinco graves acusaciones.

El organismo que rige la fórmula 1, cuyo derechos posee Bernie Ecclestone, convocó el pasado lunes a las siete marcas implicadas a una reunión que tendrá lugar el próximo día 29 e...

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El críptico lenguaje que utiliza en sus comunicados la Federación Internacional de Automovilismo (FIA) no basta para disfrazar la realidad: las siete escuderías -Renault, cuyo director deportivo es Flavio Briatore; McLaren, Toyota, Williams-BMW, BAR-Honda, Sauber y Red Bull- que no compitieron en el Gran Premio de Estados Unidos, el pasado fin de semana en Indianápolis, e enfrentan a cinco graves acusaciones.

El organismo que rige la fórmula 1, cuyo derechos posee Bernie Ecclestone, convocó el pasado lunes a las siete marcas implicadas a una reunión que tendrá lugar el próximo día 29 en París. Y ayer pormenorizó, "en bien de la transparencia", los cargos que imputa a los equipos en cuestión, aquéllos a los que suministra las ruedas la marca francesa Michelin.

"No asegurarse de contar con unos neumáticos apropiados para la carrera". Ésta es la primera acusación y tuvo su origen en que Michelin no pudo garantizar la seguridad de los pilotos que conducían bólidos calzados con sus gomas tras los graves accidentes que sufrieron en los entrenamientos Ralf Schumacher y Ricardo Zonta.

"Negarse a permitir que sus coches comenzasen la carrera" es el segundo cargo. Así entiende la FIA la decisión adoptada por las siete firmas que optaron por obligar a sus pilotos a retirarse a los boxes y abandonar la carrera tras la vuelta de formación.

"Negarse sin razón a permitir a sus coches que disputaran la carrera respetando una limitación de velocidad, en una curva, que permitía a los neumáticos de los que disponían garantizar la seguridad de sus pilotos". Esta tercera acusación deja entrever una de las soluciones que apuntó la FIA en las conversaciones que mantuvo con los equipos antes de la prueba para evitar el problema del reventón de las gomas traseras izquierdas: entrar a una velocidad inferior a los 305 kilómetros por hora con la que se llega en condiciones normales a la curva peraltada, la número 13, del circuito estadounidense.

El cuarto cargo contra las escuderías es "haberse asociado con otros equipos para hacer una demostración nefasta para la imagen de la fórmula 1 abandonando la parrilla antes de la salida de la carrera". El resultado fue que el gran premio resultó un fiasco debido a que sólo fue disputado por las tres marcas suministradas por Bridgestone: Ferrari, Jordan y Minardi.

Igualmente, la FIA reprocha a las escuderías que no advirtieran a los comisarios de su intención de no disputar la carrera, contraviniendo así el artículo 131 del reglamento deportivo de la fórmula 1.

Las siete escuderías deben recibir entre hoy y mañana un informe completo y podrán ser "asistidas del consejo que elijan". Las posibles sanciones a las que se enfrentan van desde multas económicas hasta la pérdida de puntos y el pago de una compensación económica por lo sucedido.

Los promotores del Gran Premio de Francia, alarmados por lo que aconteció en Indianápolis y las repercusiones negativas que pudiera conllevar, hicieron público ayer un comunicado en el que dicen haber recibido garantías de Michelin de que los problemas técnicos que sufrió la marca de neumáticos francesa no se repetirán el próximo 3 de julio en el circuito de Magny-Cours.

Bernie Ecclestone (a la izquierda) conversa el pasado domingo, en Indianápolis, con Flavio Briatore.EFE

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