ELECCIONES GALLEGAS | La jornada electoral en el PSdeG

Una campaña muy gallega

Santiago

Uno de los objetivos principales de Emilio Pérez Touriño cuando llegó a la secretaría general del PSdeG, un partido entonces en proceso de descomposición, fue galleguizar el discurso y lograr mayor independencia de la organización federal. Él lo llama hacer "un PSC gallego". Eso también se ha notado en la campaña, y en la noche electoral, donde sólo había dirigentes gallegos junto al líder. Ni siquiera estaba en el hotel, junto al cabeza de cartel, José Blanco, el secretario de Organización del PSOE, que se ha volcado en la campaña y se ha trasladado a Galicia durante estos 15 ...

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Santiago

Uno de los objetivos principales de Emilio Pérez Touriño cuando llegó a la secretaría general del PSdeG, un partido entonces en proceso de descomposición, fue galleguizar el discurso y lograr mayor independencia de la organización federal. Él lo llama hacer "un PSC gallego". Eso también se ha notado en la campaña, y en la noche electoral, donde sólo había dirigentes gallegos junto al líder. Ni siquiera estaba en el hotel, junto al cabeza de cartel, José Blanco, el secretario de Organización del PSOE, que se ha volcado en la campaña y se ha trasladado a Galicia durante estos 15 días para recorrer la comunidad buscando votos. Blanco prefirió seguir la jornada desde la sede federal, en Madrid.

Touriño procuró que no hubiera una invasión de ministros durante la campaña, para evitar que se pudiera trasladar la imagen de que era un candidato tutelado por Madrid. Muchos de ellos acudieron, sí, pero sin ofrecer grandes titulares, con discreción, sin tapar al candidato.

El propio presidente José Luis Rodríguez Zapatero, que intervino en cuatro mítines, uno por provincia, se cuidó de ofrecer siempre mensajes de contenido gallego y no tapar la campaña con polémicas nacionales, como sucedió en el pasado con Felipe González, algo que aún se recuerda en el PSdeG.

Tal vez el hecho de que ayer sólo hubiera dirigentes gallegos en el hotel de Santiago donde Touriño seguía el escrutinio marcaba el ambiente. Una desconfianza total, una alegría contenida en todo momento, una moderación característica de los habitantes de esta comunidad. Nadie acababa de creérselo del todo.

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