Reportaje:FÓRMULA 1 | Gran Premio de Canadá

"No hay que ser dramáticos"

El equipo Renault y Alonso valoran más la competitividad y el liderazgo de sus coches que los problemas que les obligaron a abandonar

"Soy mucho más rápido, ¿puedo pasar a Fisi?", preguntó Fernando Alonso por la radio a los ingenieros de Renault cuando sólo llevaba diez vueltas y tanto él como su compañero de escudería, Giancarlo Fisichella, sacaban una distancia considerable al resto de los pilotos. "De momento mantente donde estás", respondieron las ondas. El asturiano tenía ansias de sacar brecha, de saber que él era quien comandaba en la carrera. El inicio de carrera para los bólidos azules fue pletórico. "Son decisiones del equipo", se limitó a comentar después Alonso. "Pero Fisichella tenía más gasolina e iba má...

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"Soy mucho más rápido, ¿puedo pasar a Fisi?", preguntó Fernando Alonso por la radio a los ingenieros de Renault cuando sólo llevaba diez vueltas y tanto él como su compañero de escudería, Giancarlo Fisichella, sacaban una distancia considerable al resto de los pilotos. "De momento mantente donde estás", respondieron las ondas. El asturiano tenía ansias de sacar brecha, de saber que él era quien comandaba en la carrera. El inicio de carrera para los bólidos azules fue pletórico. "Son decisiones del equipo", se limitó a comentar después Alonso. "Pero Fisichella tenía más gasolina e iba más lento. Es cierto que perdíamos tiempo con respecto a los McLaren, pero es porque yo iba detrás de Fisi. Cuando he salido de boxes me sacaba [Fisichella] cinco segundos, y en tres vueltas, sólo décimas...", añadió.

El orden de salida en los entrenamientos dificultará la próxima carrera en Indianápolis
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Flavio Briatore, el máximo dirigente de la escudería Reanult, personificaba con sus gestos el descalabro de sus coches azules. Se tapaba la cara con las manos, agachaba la cabeza y miraba desconsolado hacia el infinito. En la cuarta curva del circuito de Montreal, al salir de la chicane y cuando comandaba la carrera, Fernando Alonso no pudo controlar el coche. A pesar de que el impacto no fue demasiado fuerte, dobló el brazo de la suspensión y, por vez primera en el Mundial, se retiró. "Ha abandonado por un problema hidráulico, ha chocado con la goma y le ha sido imposible continuar...", se lamentaba Briatore. "Me salí un poco y en vez de frenar intenté volver lo antes posible para mantener o aumentar la diferencia con Montoya, que era lo que me pedían por la radio. Quizás no era el momento de tirar tan fuerte", analizó Alonso. Pero además del asturiano, Giancarlo Fisichella, el otro piloto de Renault, tuvo un problema hidráulico. "Tenía la estrategia para ganar. Pero no he podido subsanar el problema que suponía perder presión en el cambio hidráulico. Es una pena porque he tenido un comienzo fantástico y he sido líder de la carrera en todo momento", reconoció el italiano.

"Las cuentas son fáciles; si tienes un coche competitivo, si no cometes errores y acabas las carreras, es normal que sumes más puntos que el resto de los pilotos", reiteraba Alonso durante el fin de semana. Ayer, para su infortunio, falló, aunque continúa al frente del campeonato con un margen considerable. Raikkonen, que se adjudicó su tercer gran Premio del año, se ha situado a 22 puntos de Alonso. "Aunque los McLaren salen por detrás de nosotros, me siguen preocupando porque fueron más rápidos en los entrenamientos libres -Raikkonen salió séptimo al cometer un error de pilotaje y subirse al piano-", explicó el asturiano antes de comenzar la carrera. El piloto finlandés recogió el testigó: "Nuestra pelea es con Alonso y hemos pensado nuestra táctica teniendo en cuenta la clasificación". Resultó, quizás debido a los abandonos, mejor de lo esperada.

Aunque lejos de las marcas líderes del Mundial, Renault y McLaren, Ferrari resurgió en Montreal. "Creo en mis posibilidades más que en otra carrera", argumentó el siete veces vencedor del Mundial, Michael Schumacher, al estrenarse en la primera línea de la parrilla. Y, al finalizar la carrera, se subió por segunda vez en el segundo escalón del podio. Ni Schumacher ni Rubens Barrichello, su compañero de equipo que salió el último y tras una espectacular remontada finalizó tercero, evidenciaron tener problemas con el cambio como se evidenció en la vuelta de calificación. Pero no sólo resolvieron ese aspecto, sino que mostraron, además, la fiabilidad del motor del nuevo F2005.

Un tanto más calmado, Briatore sacó la parte positiva de la carrera: "Lo importante es que tanto los coches como los pilotos han sido muy competitivos. Tenemos mucho tiempo para solucionar el problema". Pero le costará, al menos, hacerlo de buenas a primeras en Indianápolis (EE UU), próxima cita del Mundial dentro de seis días. Al abandonar Fisi en segundo lugar y Alonso, en tercero, saldrán en la misma posición pero invertida en Indianápolis a la hora de hacer la vuelta de clasificación. Una desventaja porque la pista tendrá menor adherencia. Alonso, en cualquier caso, se muestra optimista: "No hay que ser dramáticos, he liderado la carrera y no ha ocurrido como en las últimas, donde los McLaren iban por delante". Ayer, los mecánicos de Alonso adquirieron una bandera del Principado de Asturias antes de la carrera. Se quedaron, pues, sin ondearla sobre el muro del pit-lane. Alonso sufrió la primera decepción.

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