Aguirre afea el mal gesto de Pablo García

Pocas palabras y bastantes más lágrimas. Después de un partido muy luchado, la derrota se hizo sentir doblemente en el seno de Osasuna. Quien mejor supo mantener la calma, lo que no resulta precisamente sorprendente, fue su técnico, el mexicano Javier Aguirre. A él le tocó el papel de consolar a sus futbolistas. Excepto a uno: Pablo García.

Estaba a punto de finalizar la prórroga y se multiplicaban las broncas entre los jugadores. En todas estaba, con mayor o menor protagonismo, el centrocampista uruguayo, ése al que se pinta su futuro en otros lares más galácticos. Se escapó Joa...

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Pocas palabras y bastantes más lágrimas. Después de un partido muy luchado, la derrota se hizo sentir doblemente en el seno de Osasuna. Quien mejor supo mantener la calma, lo que no resulta precisamente sorprendente, fue su técnico, el mexicano Javier Aguirre. A él le tocó el papel de consolar a sus futbolistas. Excepto a uno: Pablo García.

Estaba a punto de finalizar la prórroga y se multiplicaban las broncas entre los jugadores. En todas estaba, con mayor o menor protagonismo, el centrocampista uruguayo, ése al que se pinta su futuro en otros lares más galácticos. Se escapó Joaquín por la línea de fondo y a por él se fue García, que le soltó un patadón a la espinilla.

El árbitro expulsó al uruguayo con roja directa, pero la bronca no amainó. Aquél se encaminó a los vestuarios rodeado de rivales y frente a él se colocó su entrenador, que moviendo de forma ostensible la cabeza hacia ambos lados le afeó su conducta.

Ya en la sala de prensa, y afónico hasta el agobio, Aguirre prefirió pasar por encima de los aspectos más polémicos del juego y mostrar su "orgullo" por el comportamiento de sus futbolistas. "No se les puede pedir más", señaló. "El equipo peleó hasta el final con sus armas y desafortunadamente no pudimos ganar. Doy la enhorabuena al Betis, que ha sido mejor en la primera parte, aunque luego fuimos capaces de equilibrar el juego".

"Estamos muy dolidos y fastidiados", continuó con el gesto sombrío, tras perder la oportunidad de que su equipo consiguiera el primer gran título de su historia. "Nos faltó arriesgar menos y pensar un poquito más en los penaltis. Pero queríamos ganar, nos sentíamos fuertes después del empate y nos vinimos arriba", añadió.

Terminó Aguirre su comparecencia ante los medios sin referirse a su futuro y lamentándose de la ocasión perdida. "Somos un equipo modesto y no sé cuando volveremos a estar a una final. Va a ser una noche larga, pero estoy muy orgulloso del equipo y de nuestra afición". Una afición que pese a la derrota despidió a los suyos con una ovación y gritos de "a la UEFA, a la UEFA". Porque en la UEFA están.

Los aficionados de Osasuna, decepcionados tras la derrota.EFE

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