EL LIBRO DE LA SEMANA

Una referencia constante

VIETNAM FUE la guerra de las cajas de cerveza y las barbacoas en las playas, de los helicópteros con los que las tropas entraban y salían de la selva; pero también el conflicto de los viajes psicodélicos, de las drogas de todo tipo para soportar el día a día, para huir de la realidad y del horror cotidianos. Eso es algo que ocurría en el Ejército estadounidense y, según revela Bao Ninh, también en el vietcong. La Rosa canina, que florecía por todas partes en la jungla tras las lluvias, se convirtió en el LSD de los soldados de Vietnam del Norte. "Cuando fumaba, se sumergía en un ...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

VIETNAM FUE la guerra de las cajas de cerveza y las barbacoas en las playas, de los helicópteros con los que las tropas entraban y salían de la selva; pero también el conflicto de los viajes psicodélicos, de las drogas de todo tipo para soportar el día a día, para huir de la realidad y del horror cotidianos. Eso es algo que ocurría en el Ejército estadounidense y, según revela Bao Ninh, también en el vietcong. La Rosa canina, que florecía por todas partes en la jungla tras las lluvias, se convirtió en el LSD de los soldados de Vietnam del Norte. "Cuando fumaba, se sumergía en un mundo de sueños míticos. Fumaba para olvidar el hambre y el sufrimiento. Para olvidar la muerte. Y, sin duda, para olvidar el mañana", escribe Ninh. Eran dos bandos diferentes, pero los soldados luchaban en la misma guerra. Fue un conflicto profundamente traumático para Vietnam, pero también para Estados Unidos y es un tema al que vuelve una y otra vez.

La publicación en España de El dolor de la guerra coincide con el 30º aniversario de la caída de Saigón; pero también con un momento en el que las referencias a Vietnam se hacen más frecuentes. Con 170.000 soldados de Estados Unidos desplegados en Irak en un conflicto que sigue fuera de control dos años después de que el presidente Bush decretase el fin de las operaciones militares, la memoria busca referencias y la primera que surge es el fango de las selvas de Indochina, el patrón con el que se miden todas las aventuras exteriores de Washington.