El Festival de Eurovisión pierde ocho millones de seguidores en cuatro años

El triunfo de Grecia fue visto por 4.712.000 espectadores

Sin el efecto Operación Triunfo, Televisión Española ha perdido en cuatro años ocho millones de eurofans. Si la representación de Rosa López en Tallin (Estonia) en Eurovisión 2002 reportó a la cadena pública la asombrosa cifra de 12.755.000 espectadores (80,4% de cuota de pantalla), el trabajo de Son de Sol en la 50º edición del certamen, celebrada el sábado pasado en Kiev (Ucrania), cosechó unos resultados mucho más modestos: 4.712.000 personas (35,5%). Eso sí, fue la emisión más vista del día.

Una de las favoritas, según los pronósticos, Helena Paparizou, ganó, con 230 p...

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Sin el efecto Operación Triunfo, Televisión Española ha perdido en cuatro años ocho millones de eurofans. Si la representación de Rosa López en Tallin (Estonia) en Eurovisión 2002 reportó a la cadena pública la asombrosa cifra de 12.755.000 espectadores (80,4% de cuota de pantalla), el trabajo de Son de Sol en la 50º edición del certamen, celebrada el sábado pasado en Kiev (Ucrania), cosechó unos resultados mucho más modestos: 4.712.000 personas (35,5%). Eso sí, fue la emisión más vista del día.

Una de las favoritas, según los pronósticos, Helena Paparizou, ganó, con 230 puntos, el 50º Festival de Eurovisión. My number one le otorgó (por primera vez) el primer puesto a Grecia. España, con 28 puntos, fue uno de los farolillos rojos, junto a Francia, Reino Unido y Alemania. Las hermanas de Écija (Sevilla) Sole, Espe y Lola ocuparon una desalentadora 21ª posición de un total de 24 participantes.

Eurovisión ha pasado de la euforia al desinterés. Hace cuatro años, la productora Gestmusic-Endemol tuvo la ocurrencia de idear un concurso, Operación Triunfo, como sistema para elegir al representante de TVE en el certamen musical. Aquel espacio y todas sus galas sucesivas se convirtieron en un fenómeno de masas. Éxito que se vio refrendado en los índices de audiencia de Eurovisión 2002. A pesar de que Rosa López sólo llegó al séptimo lugar, casi 13 millones de personas estuvieron pendientes de lo que ocurría en Tallin (Estonia). Al año siguiente, Beth tampoco ganó -tuvo que conformarse con el octavo puesto-, pero la cadena pública volvió a arrasar con 10 millones de adeptos (65,8%).

Pese a estos excelentes datos, la 49ª edición del festival, que se celebró en Estambul (Turquía), puso de relieve que el fenómeno OT empezaba a tambalearse, aunque ese año TVE-1 logró una más que meritoria media de 6.826.000 espectadores (50,1%). El canario Ramón del Castillo quedó relegado al décimo lugar. Para encontrar una audiencia más baja a la de 2005 hay que remontarse a 1995 con Anabel Conde, que obtuvo 4.459.000 seguidores (35,5% de cuota de pantalla).

La portavoz del PP en la comisión parlamentaria de control de RTVE, Macarena Montesinos, aseguró ayer que los malos resultados obtenidos son "la marca de la casa de la era Caffarel". "Con ella hemos logrado un fracaso permanente en liderar la audiencia", declaró a EP.

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