Crónica:BALONCESTO | Cuartos de final de la Liga ACB

El Estudiantes golpea por segunda vez

El peor Barça de los últimos años, que apenas opuso resistencia, a un paso de caer aliminado

El Barça está a punto de caerse del árbol y darse el mayor castañazo de los últimos años. No resulta anecdótico que sea Estudiantes el que parece destinado a certificar su defunción, pues lleva muchos años persiguiéndolo. En un partido que retrató todas las miserias que acucian al equipo azulgrana, los madrileños les pasaron por encima con una seguridad aplastante y la habitual falta de misericordia que muestran, sobre todo, al amparo de su hinchada. Mucho tienen que cambiar las cosas de aquí en adelante -¿la huelga anunciada?- para que la serie cambie de signo.

Nadie quería al Estudian...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

El Barça está a punto de caerse del árbol y darse el mayor castañazo de los últimos años. No resulta anecdótico que sea Estudiantes el que parece destinado a certificar su defunción, pues lleva muchos años persiguiéndolo. En un partido que retrató todas las miserias que acucian al equipo azulgrana, los madrileños les pasaron por encima con una seguridad aplastante y la habitual falta de misericordia que muestran, sobre todo, al amparo de su hinchada. Mucho tienen que cambiar las cosas de aquí en adelante -¿la huelga anunciada?- para que la serie cambie de signo.

Nadie quería al Estudiantes como rival en cuartos de final, sobre todo Madrid y Barça. Finalmente le tocó la china a estos últimos y sus temores se han confirmado. Como ya ocurrió la temporada pasada, los colegiales forman un equipo que se crece cuando el tedio de la liga regular se transforma en la excitación de las eliminatorias y se lanzan con una determinación extraordinaria a la atractiva aventura de luchar contra los poderes establecidos. Convierten su cancha en un terreno incandescente donde se achicharran unos tras otros y todos parecen cohibidos y superados por el febril ambiente. Hay que tener las cosas muy claras para poder maniobrar en estas circunstancias y el Barça actual anda muy lejos de encontrarse en esa disposición.

ESTUDIANTES 78 - BARCELONA 57

Adecco Estudiantes: Rodríguez (9), Jasen (14), Jiménez (8), Iturbe (6), Garcés (12) -cinco inicial-; Vidaurreta (10), Patterson (9), Miso (2), Azofra (0), Loncar (6), Torres (0) y Suárez (2).

Winthertur Barcelona: Ilievski (0), Navarro (18), Bodiroga (4), Zizic (6), Fucka (10) -cinco inicial-; Davis (11), Gasol, De la Fuente (5), Grimau (0), Sada (0) y Drejer (3).

Árbitros: Arteaga, Pérez Pizarro y Sacristán. Sin eliminados.

Unos 13.000 espectadores en el Palacio de Vistalegre.

Cuando un equipo no cree en sí mismo, intenta disimularlo. Lo hizo el Barça durante el primer cuarto, en el que con un poco de Navarro, otro de Zizic y algo de Fucka, parecieron preparados para recuperar lo perdido el viernes en Barcelona. Pero bastó con que Estudiantes agitase un poco el árbol para que a aquella salida se le viese la trampa y el cartón. Subió la intensidad defensiva, terminó por llenarse el Palacio, metió un par de triples Patterson y el Barça se hizo añicos (37-28, descanso). Siete puntos en un cuarto fue la tarjeta presentada y tamaño despropósito situó el encuentro en un lugar de donde nunca más se desvió. Todo pintaba mal para los todavía actuales campeones. El resultado, el ambiente y las sensaciones que transmitían alguno de sus mejores jugadores. Bodiroga y Fucka escenificaron perfectamente el estado actual de su equipo. Al serbio parece que le han caído los años de golpe y todo lo que antes le salía, ahora se le niega. Su incidencia en el partido fue nula, estuvo fuera de foco en todo momento y hasta cometió errores en el bote y en el pase impensables en un jugador de su categoría. En cuanto a Fucka, lo suyo nunca es por falta de interés, sino más bien por falta de criterio. El italiano está en todas, aunque muchas veces te preguntas si está donde debería.

El Barça dijo adiós al partido en los cinco primeros minutos del tercer cuarto. Y eso que a su inicio logró dos canastas seguidas. Pero el ánimo nunca cambió de bando, y el 13-0 que siguió (50-32) lo confirmó. En otras épocas, cuando el Barça concedía ventaja sabedor de su demoledor final, el debate no se hubiese dado por cerrado. Los tiempos cambian. Quedaban quince minutos y como en otras ocasiones ya vistas en este pabellón, se convirtieron en una larga agonía para los perdedores, convidados impotentes a una fiesta donde equipo estudiantil y afición saboreaban la convicción de que este año, por fin, van a poder con el Barça.

Garcés pelea con el azulgrana Zizic por un rebote.EFE

Archivado En