Crítica:WOMADRID

Puchero étnico

Bienvenidos a la diversidad. Primeros en presentarse, los críos del Candeal, los pequeños tamborileros brasileños que salen en la película de Trueba. Ocho de aquellos renacuajos que le robaron el corazón a más de un espectador estaban en el escenario con túnicas verdes y objetos reciclados. Se llaman Lactomia y los dirige Jair, mano derecha de Carlinhos Brown en asuntos pedagógicos. Niños que tocan casi como adultos y desafinan con ternura en Aquarela o Carlito marrón.

De las latas percutidas al lamento de un violín. Con esa llamada melancólica convocó el argentino Cristób...

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Bienvenidos a la diversidad. Primeros en presentarse, los críos del Candeal, los pequeños tamborileros brasileños que salen en la película de Trueba. Ocho de aquellos renacuajos que le robaron el corazón a más de un espectador estaban en el escenario con túnicas verdes y objetos reciclados. Se llaman Lactomia y los dirige Jair, mano derecha de Carlinhos Brown en asuntos pedagógicos. Niños que tocan casi como adultos y desafinan con ternura en Aquarela o Carlito marrón.

De las latas percutidas al lamento de un violín. Con esa llamada melancólica convocó el argentino Cristóbal Repetto al público. Una voz antigua en cuerpo de joven. Con el espíritu de Gardel en el ambiente. Repetto canta tangos sin bandonéon. Todo guitarras, hasta tres tocadas simultáneamente, y violín. La riqueza de la música popular argentina desborda el ámbito estricto del tango. Una propuesta a la que seguir la pista.

Womadrid

Lactomia, Cristóbal Repetto, N'Faly Kouyate & Dunyakan, Oliver Mtukudzi & The Black Spirits, Enzo Avitabile & Bottari y Radio Tarifa. Explanada del lago de la Casa de Campo. Madrid, 20 de mayo.

A N'Fali Kouyate le tocó el papel de bombero. Sustituyó a Kasse Mady Diabate, ausente por problemas con los vuelos. El guineano fue la prueba, una vez más, de que juntar a negros y blancos en un grupo, o de que una europea de piel blanquecina mueva el trasero con la flexibilidad y contundencia de las jóvenes de Dakar o Kinshasa no garantiza el interés o valor del producto.

Wicked Aura Batucada es el explícito nombre de 13 esforzados percusionistas de Singapur. Con esa capacidad para clonar que suele atribuirse a los asiáticos, se saben de memoria las secuencias de las baterías de escuelas de samba. Y se han aprendido las coreografías de la banda de Carlinhos Brown. Lo hacen bien. A su carnaval oriental se trajeron Sex machine de otro Brown, James. Exotismo simpático.

Poder escuchar en directo la voz grave de Oliver Mtukudzi confirmó que se trata de un músico importante. Aunque sin el nombre de otras figuras africanas, este discípulo del legendario Thomas Mapfumo cuenta con admiradores como Bonnie Raitt. Sus canciones, que hablan de los conflictos de Zimbabue, tienen el sonido danzarín de guitarras eléctricas y voces características del África austral.

Tradición campesina

El napolitano Enzo Avitabile canta y toca el saxo acompañado por unos forzudos que golpean enormes toneles con sus mazos. Este músico experimentado rescata la vieja tradición de los bottari, campesinos que usaban barriles como instrumentos percusivos con el fin de ahuyentar a los espíritus malignos y propiciar buenas cosechas. Ritmos arcaicos en mandolas y guitarras meridionales para una fiesta mediterránea.

Pasada la medianoche comenzó la actuación de Radio Tarifa. Ahora sin Faín S. Dueñas, uno de sus fundadores, y con la referencia siempre, desde hace ya más de diez años, de Rumba argelina. Benjamín Escoriza, el cantaor, saca las coplas de los gitanos del Sacromonte y le da a los tangos granadinos y malagueños. Lo árabe, lo sefardí, lo medieval... pero con guitarra eléctrica.

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