Reportaje:FÚTBOL | Vuelta de las semifinales de la Copa del Rey

"Estoy a la baja"

Javier Aguirre busca hacer historia con Osasuna y elevar su cotización en la bolsa de los técnicos

Javier Aguirre (1958, México DF) se enfrenta a su gran reto como entrenador de Osasuna con la convicción de que no se puede desaprovechar la gran oportunidad de ser finalista de la Copa. "Es nuestra presentación en sociedad. Si somos capaces de hacer [mañana, en el estadio Calderón; 1-0, en la ida, en el de El Sadar] un buen partido contra el Atlético, nos situamos en una posición envidiable", expone. Pero sus pensamientos no superan el umbral del jueves. Incluso si quisiera hacerlo, no podría. "Ahora mismo, no tengo más posibilidades. El trabajo de técnico es como la bolsa de valores. Hubo un...

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Javier Aguirre (1958, México DF) se enfrenta a su gran reto como entrenador de Osasuna con la convicción de que no se puede desaprovechar la gran oportunidad de ser finalista de la Copa. "Es nuestra presentación en sociedad. Si somos capaces de hacer [mañana, en el estadio Calderón; 1-0, en la ida, en el de El Sadar] un buen partido contra el Atlético, nos situamos en una posición envidiable", expone. Pero sus pensamientos no superan el umbral del jueves. Incluso si quisiera hacerlo, no podría. "Ahora mismo, no tengo más posibilidades. El trabajo de técnico es como la bolsa de valores. Hubo un momento en el que estaba al alza y varios clubes se interesaron por mí o, al menos, me mencionaron", reflexiona. Este año, sin embargo, la agenda parece vacía y él lo agradece: "Valoro mucho lo que hemos conseguido con Osasuna durante estos tres cursos. Y... hoy estoy a la baja. No tengo presión por mi futuro y prefiero seguir trabajando sin que me llenen de rumores".

"Mi equipo es viril, pero nadie se tira en el área. Los jugadores saben que eso me irrita sobremanera"

Llegó Aguirre a Pamplona con el compromiso de dar al equipo navarro lo que no había podido darle cuando fichó por él hace 20 temporadas como jugador. Una fractura de tibia le apartó con apenas una docena de partidos en sus piernas. Su retorno, tras un brillante papel como seleccionador mexicana, no pudo ser más esperanzador: buen juego, permanencia en Primera y semifinalista de la Copa, derrotado, eso sí, por el Recreativo de Huelva.

Después de cambiar la cara a los rojillos y de romper con el pelotazo y con la histórica defensa a ultranza, Aguirre se ha convertido en el tercer entrenador más estable en la máxima categoría del fútbol nacional: "Resulta complicado dirigir un equipo mucho tiempo. Es eventual. Irureta lleva siete campañas en el Deportivo, Caparrós cinco en el Sevilla y yo, con tres, soy el tercero más longevo. ¡Qué dificultades hay para los entrenadores!". "No tengo miedo a entrenar a otro equipo ni a seguir aquí, pero es que tampoco me lo planteo. Estoy centrado en la Copa. Una vez que pase, tomaré la decisión mejor para mí, para mi familia y para Osasuna", prosigue.

Pero Aguirre otea el mercado y no duda en señalar un overbooking de técnicos de calidad: "Hay una decena que están a punto de entrar: Víctor Fernández, Del Bosque, Camacho, Juande Ramos, Floro, Manzano, Clemente... Todos, contrastados e incluso ganadores de la Copa de Europa. Extranjeros están Pellegrini, Luxemburgo y Rijkaard, tres de los cuatro primeros de la clasificación, y yo, que me encuentro en una situación muy complicada". Sin embargo, no es pesimista y el club navarro parece interesado en que continúe al mando. "Eso lo solucionamos Patxi

[Izco, el presidente del club] y yo en cinco minutos", advierte.

De momento, su obsesión sigue puesta en la eliminatoria copera contra el Atlético: "En 80 años de historia es la vez que estamos más cerca de la final. Nos hallamos en la puerta de algo histórico. El Atlético tiene 27 finales y no va a pasar nada si no llega a ésta. Para nosotros es una ocasión única".

Para lograrlo no duda en recurrir a su método personal. "Me gusta calificar nuestro fútbol como viril. En mi equipo nadie se tira en el área porque mis jugadores saben que eso me irrita sobremanera. Yo insisto en que mi obligación es formarlos, tratar de que sean un poco ambiciosos y orientar al ser humano a tener una mejor conducta. A eso me dedico", comenta. "Hay que ver cuál de los dos equipos guarda mayor equilibrio emocional individual y colectivamente. No sólo no hay que equivocarse en el tema de la actitud y la concentración, sino que luego hay que jugar bien al fútbol. No se puede ganar sólo queriendo. Debemos jugar bien", prosigue. "En 90 minutos, el Atlético y Osasuna nos jugamos un cambio calificativo de dos temporadas irregulares. Para nosotros puede ser un año histórico. Para ellos, un curso salvado", concluye.

Javier Aguirre.LUIS AZANZA

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